Los Ángeles
Salimos de Lima en LAN con muchas dudas, ya que hemos tenido problemas en algunos de sus vuelos anteriores y esta vez no fue la excepción a la regla. Nuevamente los asientos de su clase ejecutiva dejan mucho que desear: son anticuados, incómodos y no trabajan al 100% (ya que no se reclinan horizontalmente). Creo que ya es hora de que modernicen su flota, como lo ha hecho Iberia o todas las líneas internacionales que se respetan y respetan a sus clientes.
Salimos de Lima en LAN con muchas dudas, ya que hemos tenido problemas en algunos de sus vuelos anteriores y esta vez no fue la excepción a la regla. Nuevamente los asientos de su clase ejecutiva dejan mucho que desear: son anticuados, incómodos y no trabajan al 100% (ya que no se reclinan horizontalmente). Creo que ya es hora de que modernicen su flota, como lo ha hecho Iberia o todas las líneas internacionales que se respetan y respetan a sus clientes.
Tengo
que reconocer que en esta oportunidad la comida y la atención del almuerzo que
nos tocó fue bastante aceptable, mucho
mejor que en anteriores
oportunidades; la única
nota negativa en cuanto a la comida fue el quiché que nos ofrecieron como snack antes de aterrizar, ya que carecía de sabor y alma.
Si tengo
que ponerle nota a este vuelo en particular - del 1 al 10 - hoy le tocó 7, quedando por mejorar las cabinas y asientos de
Business ¡a grito
pela'o!
Aterrizamos como a las nueve de la
noche hora local, tras
una breve pausa para hacer todos los trámites de rigor. Nos
esperaban dos de nuestros hijos, quienes
habían llegado en un vuelo anterior un par de días atrás. Nos recibían en una moderna van de apellido Dodge que
habíamos arrendado, ya que
en esta metrópolis de 10 millones de almas estaréis perdidos sin movilidad (calcular unos US$ 85.00 diarios de alquiler con GPS, tanque y todos los seguros por haber, si es pocos días; si
planean quedarse una semana, les
saldrá la mitad del precio).
Matsuhisa by Nobu - Beverly Hills |
Como
esta era solo una visita de dos días, ellos (sin
permiso de los jefes) ya
habían empezado sin nosotros este Culinary Safari cenando un menú gourmet en MATSUHISA BY NOBU en Beverly Hills por US$ 200.00 (el menú degustación). Me transmitieron buenos comentarios al respecto (y ya los perdoné por no esperarme).
Como tendríamos
que tomar un próximo vuelo a Seattle temprano por la mañana, decidimos alojarnos en un hotel lo más
próximo al aeropuerto y optamos por probar un 3 étoiles de nombre Best Western Plus Suites en Century Blvd. La verdad quedamos súper sorprendidos, ya que por la tarifa que nos había conseguido
la agencia Nova Tours de
Lima (US$ 114.00
por habitación doble con desayuno, shuttle de ida
y vuelta al LAX Airport, garaje gratis e impuestos) me daban
dudas sobre en qué nos habíamos metido, pero... ¡oh sorpresa! nos encontramos con una estupenda opción de hotel con muy buenas
habitaciones, amplias
y muy bien puestas, excelente desayuno y un personal de los más amable. Se lo recomiendo: no tendrá los lujos de un Beverly Wilshire Hotel
pero la pasarán
estupendo por la décima parte. Le pongo un 10 sobre 10 para la categoría.
Nuestro Best Western Plus Suites y su Piscina |
Como
somos recontra inquietos y foodies, José mi hijo ya había comprado (ni bien aterrizó) la guía ZAGAT de Los Angeles 2014, así que teníamos todas las herramientas para sacarle el jugo a
estos casi dos días.
Efectuado
el check-in nos dirigimos a GJELINA, 1429 Abbot Kinney Blvd en Venice, www.gjelina.com, un excelente local que abre hasta tarde, una mezcla de bar con comedor y terraza al aire
libre. Es famoso
dentro del circuito de los restaurantes que usan productos directamente de las
granjas locales: todo súper fresco; además, cuenta
con un famosísimo take-out en puerta
al costado.
Pork Belly - Gjelina |
Empezamos
por pedir una botella de vino blanco de La Loire (Salvard) con aromas
frutales, que me
trajo a la memoria paseos entre castillos y paisajes eclécticos. De jantar: Pork Belly, Anson Mills Corn
Grits, Greens & Apple Glaze, Wood Roasted Prawns, Garlic, Chili, Lemon & Parsley, Heirloom Tomato, Portuguese Olive Oil, Radish & Sea Salt, Grilled Pork Collar, Rosemary
Salsa Verde & Lemon, Pappardelle, Lamb Sausage, Cherry Tomato, Truffle Tremor
Goat Cheese & Herbs, Pizza de Pomodoro - Confit Tomato, Orégano & Green
Olive Oil and Burrata. Nos costó US$ 172.22 por cuatro personas, más 20% de
propina y un expreso de punto final para esta experiencia que vale la pena. Es
aquí donde frecuentan los locales, es de los de boca a boca. Además, sirve cena
hasta la medianoche (que es poco frecuente en la ciudad para restaurantes de
nivel).
Wood Roasted Prawns - Gjelina |
La siguiente mañana decidimos
pasear por lo típico: Rodeo Drive, Hall of Fame, el Teatro Chino y el nuevo
(donde se presentan los Oscars: Kodak Teatro), la colinas de Beverly Hills, Bel
Air, Sunset Boulevard, Farmer's Market en el Grove, West Hollywood, etc., para
abrirnos el apetito y dirigirnos a tomar desayuno (mediodía) al templo de los
sánguches de pastrami de Los Angeles, ¡al famosísimo LANGER'S DELI! en el 704 S
de Alvarado St. con la 7th St., www.langersdeli.com. Este es un local fundado
en el año 1930 y desde entonces ha mantenido su liderazgo indiscutible: es el
rey de los sánguches.
El Mítico Rodeo Drive - Shopping |
Ordenamos cuatro de ellos: el
primero, el clásico de pastrami con queso suizo y ensalada de col; el segundo,
de pastrami con hígado picado y aliño ruso; el tercero, de pastrami con tomates
y queso crema y, el cuarto, de roast beef con ensalada, para variar. Entre
ellos, panqueques de papa y blintsz de queso con manzana, queso batido y
mermelada de fresas. Déjenme contarles que no hubo forma de poder comernos los
sánguches por más que intercambiamos para probar todos. ¡Terminamos con medio
sánguche para llevar cada uno! Son unos monstruos de enormes y el pan es espectacular,
así como los pepinos encurtidos que acompañan estas bestias gigantescas
rellenas del más suave y sabroso pastrami que jamás hayan comido. No pueden
dejar de venir a este típico y pintoresco local donde el tiempo no ha pasado
para nada; se sentirán en los años 30, un recuerdo en un barrio venido a menos
lleno de gente latina: me recordó mucho a mi país. US$ 90.00 incluyendo cerveza
local (Budweiser).
Un Sanguchito de Langer's Deli |
Cómo seremos que a los diez
minutos de salir, casi muriéndonos del tremendo empacho, ¡ya estábamos planeando
a dónde ir a almorzar! Y gracias nuevamente a nuestra Guía ZAGAT decidimos
darnos un baño de mar en las playas de Manhattan Beach (25 minutos en carro
desde el aeropuerto) y probar suerte por esos lares.
El Elegido se llama FISHING
WITH DYNAMITE (Pescando con Dinamita), 1148 Manhattan Ave. Suite 1, www.eatfwd.com, y pertenece al icónico y famoso chef David Lefèvre,
quien tiene al costado el M.B. POST, la versión más elegante. Habíamos optado
por visitar el más casual porque además no cierra por la tarde, lo cual es una
ventaja. El local es pequeño pero muy bien puesto: tiene una barra de mariscos
crudos y la carta mezcla platos clásicos con modernos (eso me gusta). De aperitivos
pedimos un November Rain, que es tipo Martini (novedoso); un clásico Gin Tonic (Old
Grove) y un Vodka Tonic clásico pero seguro y rico. De comer, una muy buena
Clam Chowder con papitas nativas, un sánguche Softshell Crab Po' Boy (que lleva
un cangrejo entero frito muy crocante dentro de un panini con muchos aromas
cajun) y otro de pan con forma de panini pero de suave textura y que traía
una hamburguesa de cerdo con langostinos
con fuertes sabores y aromas tailandeses, curries, hojas kéfir y jengibre
(cuidado a los que no les gusta lo picante, ya que este manjar tiene lo suyo). US$
90.00 por cuatro personas con propina.
La Poderosa Elegancia de un November Rain |
Después de algunas compras y
encargos, ¡ya estábamos planeando la salida a cenar! Y para esta última noche
habíamos reservado en el mejor restaurante de carnes de la ciudad, que se llama
CUT. El dueño es el chef de las estrellas, el famoso WOLGANG PUCK. Está ubicado dentro del hotel BEVERLY WILSHIRE en
9500 Wilshire Blvd. (Rodeo Drive), www.wolfgangpuck.com. Este es un lugar de clase mundial diseñado por Richard Meier (arquitecto del Museo Paul
Getty) en el que las celebridades están todas a tu alrededor. Disfrutarás de
una cocina contemporánea, con las mejores carnes de alrededor del planeta.
Imprescindible reservar, si no será imposible lograr una mesa.
Nosotros nos sazonamos antes
de salir con un buenos vodkas en el hotel y, una vez instalados en una mesa
redonda y súper cómoda, ordenamos para beber vino Cabernet Montelena. Yo, fiel
a mi estilo, me dediqué a rendirle culto al gin. Nos trajeron unos abrebocas,
unos mini brioche ligeramente aromatizados con queso y picante, que hicieron
justo el efecto para el cual fueron concebidos: abrir o despertar en ti tu
instinto asesino por comer carne… y allí fue donde nos dirigimos, directo a la
yugular de la mejor:
Para darse una idea de lo que es el Cut. |
José Alfredo ordenó un TASTING
DE NEW YORK SIRLOIN (US$ 135.00), que trae American Wagyu de Snake River Farm
(4 onzas), USDA Prime Dry Age 35 Days (4 onzas) y Japanese 100% Wagyu Beef de
la Prefectura de Miyazaki Japón (2 onzas).
Las Michelle compartieron una
langosta entera de Stonington Maine con un sabayón de trufas (2 libras por US$
70.00).
Este pechito, TRUE JAPANESE
100% WAGYU BEEF FROM MIYAZAKI PREFECTURE, KYUSHU, para un Rib Eye de 8 onzas
por US$ 155.00.
De guarniciones pedimos una
court bouillon con dumpling de tuétano, una suave polenta con parmesano y Mac
and Cheese para recordarnos dónde estábamos.
El Tasting de New York Sirloin con sus Salsas |
De postre: Cut Chocolate Bar;
Wong Farm Mango; Praliné Gianduja Crunch Guaba Passion Fruit Sorbet y un Banana
Cream Pie con vainilla de Tahití, crème brûlée, salsa de caramelo y un café expreso
extraordinario (que me recordó los magníficos blends que tenemos en nuestro
querido Perú). Total cuenta: US$ 750.00 más US$ 14.00 de valet parking si
tienes el ticket sellado (si no, who knows). Este restaurante de lujo lo
recomiendo 10 sobre 10 y mi favorito, de todo lo que cené o compartí, ¡fue la carne!
De ella tengo dos recuerdos de igual experiencia sideral: el Burj el Arab en
Dubai y, en Londres, el Mayfair Four Season Hotel. Allí comerán igual, así que
preparen la TC porque esta experiencia vale la pena sin ninguna duda...
¡Háganme caso!
Baby Banana Cream Pie con Vainilla de Tahiti, ¡catalogado como uno de los postres más caros del mundo! |
Esa noche no pude ni dormir
después de esta pantagruélica experiencia. Costó harto pegar pestaña, no por la
materia prima ingerida sino por no querer dejar en la memoria esta magnífica
cena en compañía de parte de la gente que amo. Solo me quedó la esperanza de que
- al regresar después de Alaska, donde me dirijo - volveré por estos lares
para, a lo mejor, hacer un bis obligado.
Informaremos...
¡Buen Apetito!