Salimos como a las 10pm con rumbo desconocido, pero en manos de nuestro amigo Paco. Afortunadamente Sevilla es una ciudad de a pie, así que llegamos pronto al BARBIANA de la calle Manuel Sánchez Cueva donde, previas manzanillas unos, y otros Mantel Blanco, vino blanco rueda, comenzamos el periplo con unas ortiguillas arrebozadas (anémonas) de lujo: era como introducirte el mar en la boca... ¡solo faltaban los remos! Siguiendo con la ola marina, nos encontramos con una fuente de coquinas (pequeñas almejitas) en aceite virgen y ajo crocante: realmente caramelos de mar. Como había mucho apetito, otra fuente de langostinos de San Luca: muy simples, cocidos en agua y sal; la perfección del sabor. Manolo les chupó el alma a todas las cabezas, salvo un par en que lo ayudé. Más Fino y Mantel Blanco para proseguir con el hundimiento de la flota, según nos explicó Paco, que consiste en remojar trozos de pan en el aceite restante de las fuentes mientras nos alcanza el mesero unas albóndigas de choco (calamar) en salsa de azafrán, papas confitadas y guisantes... muy agradable...
(€80 por 5 personas (Flor, Michelle, Manolo, Paco y yo)
Ya animados y embalados, nos dirigimos a la calle Adolfo Rodríguez Jurado (frente al archivo de Indias), a la BODEGUITA CASABLANCA, donde les paso a contar: fuimos recibidos y atendidos por su dueño, Manolo Casablanca. Pasamos al Aura Rueda y manzanilla de León para beber, mientras un matrimonio aterrizaba en la mesa: anchoas del Cantábrico y boquerones, y el sueño de cualquier gourmet, la simplicidad hecha realidad: papas aliñadas, llamadas también 'el sueño sevillano', simplemente papas rotas mezcladas con buen aceite, ajo, sal y perejil, que acompañaron a una fuente de salmonetes de roca fritos con limón, que vienen de San Luca (sublimes). A lo serio... Mollejas de ternera, ajo arriero y papas pochadas en virgen, rociadas de demiglace clara y aromas de perejil para acompañar este manjar. Cambio de tercio: pasamos al Ardanza Reserva, que llegó junto con unos sesos de cordero con ajo crocante, papas gruesas y aceite... qué tal plato!!! Como a Paco no le gustó el vino - pues lo encontraba no merecedor de estas delicias - lo hizo cambiar por otro de la Rioja Alta y luego por otro nuevamente, para quedarnos ya hasta el final con un Muga Reserva 2006 de la Rioja. Siguiendo el Via Crucis, llegó un revuelto de morcilla de Burgos con arroz y piñones, mezclado todo con papas hilo y gambas, qué les puedo decir... Solo lo que sigue: NECESITAMOS PENITENCIA PARA PAGAR NUESTROS PECADOS. ESTE VIA CRUCIS ESTA MUY DOLOROSO, JODER!!! DE PIE MORIREMOS!!!
Pero falta pedir los huevos rotos con foie, emblema catalán. Llegaron con las yemas de color ámbar, que me hicieron recordar los huevos del Lucio de Madrid. En la tertulia nos comentó que hay que ir a Triana a comer los Huevos a la Ramona, mujer emblemática al igual que nuestra querida Teresa Izquierdo. Comencé a sospechar que la noche iba a ser larga, ya que la batalla culinaria estaba perdida pero no la guerra, pues Paco, con mucha sagacidad, ha pedido otra botella para charlar sobre el Faraón del Toreo: el maestro de maestros Don Curro Romero, mientras recibimos una estocada mortal con Cabellos de Ángel de Almodóbar del Campo (fideos de zapallo) con queso viejo y copas de Pedro Ximénez para terminar la cena... no la juerga!!! Vamos pa'l Tablao!!! Buen Apetito!
A
PD: Me voy mañana a Granada con inmunidad parlamentaria otorgada por Paco, para llegar al Kiki, al costado del mirador de San Nicolás.