lunes, 17 de junio de 2013

Deux Jours en Mónaco

Arribamos al puerto del Principado de Mónaco como a las 7 de la mañana, concluyendo nuestro crucero a bordo del excelente barco Spirit de la línea Silversea, para dar comienzo a la segunda travesía de este viaje principesco.


Una Muestra de Nuestra Cena en el Barco

Del puerto tomamos taxi a nuestro primer hotel, que es el Marriott Rivera de Port Cap d’Ail, donde pernoctaríamos la primera noche por imposibilidad de quedarnos ese día en el siguiente hotel. Este hotel, el Marriott Rivera, está frente a una impresionante marina llena de lujosos yates de diferentes marcas y tamaños, todos ellos muy hermosos, tanto que bien vale la pena incluir un paseo a pie en el plan del día (cosa  que cumplimos a cabalidad).




Después del check-in matutino enrumbamos en un taxi al Principado (15 euros), que me parece que debe ser la primera visita. En el caso de nosotros y de nuestros compañeros de viaje, ya hemos estado en algunas otras oportunidades por estos lares, pero siempre es agradable repetir lo que vale la pena repetir. Así que volvimos al Museo Oceanográfico Albert I, donde nos regalamos la vista con un  nuevo piso dedicado a la historia de la exploración y un ala nueva dedicada a los tiburones.

Museo Oceanográfico Albert I

Pequeña pasada por la Catedral de Mónaco para rendirle respeto a la Princesa Grace y a todos los antepasados del actual Príncipe Alberto II. Un breve paseo por el Palacio Real con obligada caminata vagando por sus pintorescas calles, disfrutando de ellas y de las magníficas vistas que  brindan hacia Montecarlo, con su famoso casino y muelles por doquier. Para terminar esta visita (a la que le pueden dedicar media mañana o media tarde) sugiero almorzar en uno de los tantos bistrós del principado, todos ellos bastante cumplidores y para todos los bolsillos.

Tony 5 - Menú del Día

Caminando por esas rutas nos jaló el ojo uno de ellos, de apellido Tony 5 (rue Comte Félix Gastaldi, Monaco-Ville), que ofrecía en su pizarra - como plat du jour - un gigot d'agneau aux pomme de terre et légumes que sedujo inmediatamente a tres de nosotros, dando un empate que el resto del grupo aceptó de buen agrado.


Gigot d'Agneau

Para beber: cerveza Monaco. De picar: rollos de pasta phyllo rellenos de queso de cabra con miel (o llamada también Salade du Bergère) que acompaña una ensalada de lechugas con un multicolor abanico de pimientos asados. Otra es la Farandole Monégasque (una especialidad local de verduras de temporada), perfecta para el buen clima que hacía. 


Salade de Bergère

De principales: spaghetti con homard (langosta local), filet blanc de pollo de Bresse (que acompaña una salsa de cepes) y, por supuesto, los corderos al horno que son uno de los platos más típicos de la cocina francesa. Cocinan estos tiernos corderos (piernas) los franceses, italianos o españoles; al horno, con espléndidas hierbas de la Provence y buen vino. De los huesos hacen una demi-glace que enriquece el plato. Lo acompañan de verduras de primavera y pequeñas papas cocidas y salteadas con piel en aceite de oliva. Realmente un estupendo plato que no tiene pierde nunca.  Pídanlo cuando puedan, a ojos cerrados.


Spaghetti con Homard

La cuenta por 6 personas: 300 euros (que no es caro, considerando que estás almorzando nada menos que en el Principado de Mónaco).

Farandole Monégasque

Esa tarde nos fuimos a disfrutar de la piscina del hotel y de todas las facilidades propias de esta cadena internacional.

Por la noche todos hicimos planes propios y románticos, por cierto: unos se fueron a caminar por las calles de Montecarlo, otros al casino y sus alrededores y nosotros - previo paso por el Carrefour local donde compramos morillas, quesos franceses (como el petit camembert), bâtons à croquer de salchichones locales, buen pan, otras delicias y  fruta fresca - disfrutamos de la suite a plenitud hasta altas horas de la madrugada.

A la mañana siguiente, como a las 10, el Hotel Meridien Beach Plaza ya había enviado una limousine a recogernos para alojarnos durante nuestro último día en este magnífico hotel ubicado en una de las mejores zonas de Montecarlo y que es quizá el único que posee playa privada.

Piscina y Playa del Meridien Beach Plaza

Ya se imaginarán las habitaciones que nos había reservado y preparado nuestro querido amigo Don Manuel de Vasconcelos, GM y Director General, compañero mío de estudios en la bella Suiza (como ya se los había referido anteriormente): suites con vista directa al principado y a la bahía de Montecarlo y, por supuesto, frente al Mediterráneo: todo un lujo en palabras mayores.

Esa mañana decidimos tomar las cosas nuevamente con calma. Algunos tomamos por espacio de una hora un tour por la ciudad (Hop-on Hop-off) a un coste de 18 euros por persona, para luego volver al hotel y disfrutar de su magnífica piscina de agua de mar  temperada o de su playa privada y su mar, entre otras comodidades.

No es un hotel barato, pongan atención. Si vienen a alojarse, un cuarto no les bajará de los 300 euros por noche (los más simples) y los consumos también son de cuidado: un vaso pequeño de cerveza vale 10 euros,  un sándwich de pollo en el cuarto, 40 euros…  y todo por el estilo. Pero tomen en cuenta dónde están alojados, así que mejor no piensen en el gasto sino más bien en el disfrute.


Interior de La Salière

Por la noche se sumaron Manuel y su esposa. Nos fuimos a cenar a La Salière (28, quai Jean Charles Rey), un restaurante italiano muy bien considerado y con muy buenas críticas locales.

De aperitivos: vodka tonics y vino chablis.

De picar: burratina di Andria, vitello tonnato, pulpo grillado con berenjenas asadas, brusquetas clásicas y una pizza de trufas con mozzarella di bufala.


Mozzarella di Bufala

De principales: calamarata con frutos del mar y albahaca; spaghetti de harina integral con pesto, langostinos y papa (¡que estaban de buenos!); unos gnocchi con salsa de espárragos y écrevisses; linguine con homard y espinacas; una pizza Le Estirate (llamada así por su forma y espesor) de tomate, ajo, crevettes y cepes (como para chuparse los dedos); otras de burrata, espectacular, estilo napoletana (que es más gruesa). También ofrecen otros tipos de pizzas, como las de harina integral; las farcies (que son rellenas), como una de mozzarella de bufflonne (búfala), tomate cereza y jamón San Daniele; otra de squacquerones, jamón crudo y arúgula; hay las fritas como la Montanara, que lleva tomate, albahaca, alcaparras, anchoas, parmesano; la Pancotto Fritto, que lleva espárragos, jamón cocido y ricotta y, por último, las Skizze, como la de trufas negras con queso Crescenza, entre otras igualmente ricas además de muy originales.


Pizza de La Salière

De postre: bizcotelas, bombitas de crema y chocolate, buen café y bajativos, más dos botellas de vino. Total: 450 euros por 8 personas. Bien pagados.

Esa noche nos fuimos al Casino de Montecarlo que, a mi parecer y a pesar de su inigualable palacio, ha perdido mucho de su savoir-faire. De mi última visita a esta, ya no exigen traje para los hombres ni no-jeans, entre otros requerimientos que había. Uno de ellos era pagar 10 euros la entrada para filtrar un poco a los turistas. Ahora entras como Pedro por su casa. ¡Han cambiado los tiempos, pelona! Igual la pasamos fenomenal y ¡salimos ganadores esta vez! Yo me llevé 500 euros a mi camita, para dormir como un angelito.


Cipriani, en Monte Carlo

Recomendaciones de restaurantes que les dejo: Beef Bar (42 quai Jean Charles Rey); El Atrego y el famoso Cipriani (que queda en la Av. Princesa Grace); junto al hotel Meridien hay un restaurante thai que también recomiendo; en el principado hay un par también recomendables, como el Castelroc (frente al palacio) y el  Montgolfière.

Bueno, mis queridos amigos, aquí termina esta crónica. Ya estamos en el aeropuerto de Niza para tomar vuelo hacia Barcelona, donde nos espera otra aventura culinaria. Solo les dejo otro tip: no vuelen en Vueling, a menos que solo tengan una maleta por persona. Por descuido de nuestra agencia nos habían reservado esta compañía y cobran 35 euros por la maleta extra, más 12 euros por cada kilo. En mi caso, por una maleta pagué 300 euros, así que se fue parte de la ganancia del casino... Easy come, easy go... Lo que llega fácil se va fácil... Eh, oui, l'argent: ça va, ça vient!

À la prochaine, my friends!

lunes, 10 de junio de 2013

Un Sorbito de Atenas

Arribamos a Atenas en tan solo 50 minutos de vuelo desde el otrora Imperio Otomano, nuevamente usando la línea aérea Turkish Airlines. A pesar de ser un vuelo tan corto, nos atendieron con menú y con todo a lo que estamos acostumbrados en los vuelos largos. Me siento muy feliz de que el 12 de junio esta compañía comenzará a operar vuelos hacia y desde Lima, lo que nos permitirá gozarla más a menudo.

Atenas

A 25 minutos de distancia se encuentran la mayoría de los hoteles, así que es muy fácil - y no es caro - tomar un taxi. Nosotros nos quedaríamos alojados en el Intercontinental Athens: muy buen hotel five stars que, si se ponen moscas, lo pueden conseguir regalado para el estándar que representa. Bien vale la pena, tiene magníficas instalaciones: dos suites nos esperaban con vista a la Acrópolis. Optamos por disfrutar nuestras instalaciones así que, previos Don Santi Mosto Verde Italia, quedamos rendidos en los brazos de Morfeo.

Intercontinental Athens

A la mañana siguiente, luego de un paso por el fitness center, proseguimos con el excelente buffet de desayuno del hotel (que ostenta una variedad y calidad  que te ayudará si te provoca pasarte por alto el almuerzo y concentrarte en la cena... ¡No lo pienso hacer!). Nos tomamos lo mejor que se puede tomar en una ciudad pequeña: un paseo en los tradicionales buses Hop On - Hop Off que, por 20 euros, te pasean por toda la ciudad en dos circuitos de dos horas y media entre ambos.

Un Paseo por el Mercado de Pulgas

Partimos acompañados de un excelente clima - 26 grados, cielo despejado y viento en popa - en un paseo por la ciudad, que es pequeña y está llena de cosas interesantes para ver. Como a los 40 minutos del viaje el tour nos acercó al mercado y, sin pensarlo dos veces, nos bajamos para explorarlo. Resultó ser una magnífica decisión. Llegamos al mercado de las carnes, con sus puestos que están en manos de los descendientes de los dueños originales desde hace 120 años... ¡Es alucinante! Se conecta con el siguiente, que es el de los pescados y el de las frutas y verduras con toda su batería de productos a ofrecer (los que podrán apreciar en las fotos que he tomado para ustedes).

Mercado de Carnes en Atenas

Este mercado se conecta por medio de una  plaza con el Mercado de Pulgas, el cual se divide en ropa, artesanías, tiendas de antigüedades y puestos de venta informal de diversos artículos: desde los de la Segunda Guerra Mundial hasta las cosas más increíbles que uno pueda pensar.

Mercado de Pescados en Atenas

Mercado de Pescados en Atenas

Para agarrar ánimo - con mi maestro y guía espiritual y gran amigo para toda la vida, junto con su bella esposa - nos empujamos un giro de cordero con cebollas y tomate: souvlaki. En un santiamén dimos cuenta de este manjar greco.

Souvlaki

A la caza de curiosidades y de cosas interesantes: candelabros rusos de más de cien años de antigüedad, cajas de joyas labradas de alguna familia rica caída en desgracia, manijas de bronce increíbles que pondremos en mi casa de campo, jarras preciosas de plata antigua para el bar y otras delicias que encontramos cual Jacques Cousteau en su eterno sueño de ir más allá que los demás.

Mercado  de Pulgas en Atenas

Esta zona está llena de pequeñas tabernas para que uno pueda hacer unos merecidos breaks. Les recomiendo el Mirch Indian (en la calle Ermou 109), que tiene una barra con todas las cervezas del mundo o casi todas. Hay muchas opciones de cocina hindú para elegir, como para acompañarlas, por ejemplo el famoso pan de harina blanca con tandoori, que viene con levadura y sin ella y al que le pueden agregar pasta de ajo o queso blanco, carne o cebolla picante. También hay varias opciones de platos tradicionales de esta famosa cocina. Si desean comer pescado, mariscos o algún plato mediterráneo de la cocina griega, hay más de cien restaurantes en los alrededores de este artístico barrio de Atenas.

Acrópolis

Una vez terminado este safari exploratorio nos dirigimos en taxi a la Acrópolis para ver esta maravilla y no quedar como gente inculta (si no mi papá - que está en la gloria - estoy seguro me jalaría las patas de arriba hacia abajo). Terminamos el tour con un paseo por la bahía, donde le echamos el ojo a un restaurante que sería nuestro choice para la última noche en la cuidad de Zeus Dios del Olimpo.

Quedamos cansados, así que tomamos la mejor decisión: dejar lo demás por ver para la mañana siguiente. Nos recluimos en la piscina del Hotel Intercontinental para refrescarnos y restaurar los líquidos perdidos durante esta mañana divertida. Un par de buenas ensaladas locales y un coctel nos hicieron compañía hasta la hora de la siesta.

Vista desde Zorba's Restaurant

Nuestros amigos los Caprile nos dieron el encuentro comenzando la noche para, en convoy, dirigirnos al restaurante que les había mencionado. Su nombre: Zorba's. Está ubicado en el Mikrolimano, con una impresionante localización en una pequeña bahía del Pireaus. Su web: www.zorbasrestaurant.gr Nuestras recomendaciones: se piden un vodka de aperitivo y, créanmelo, será más que suficiente (ya que esta gente te sirve ¡casi un cuarto de botella por vaso!).

Langostino Jumbo Grillado - Zorba's

De picar: pescados salados, langostinos jumbo grillados, mejillones al vino (los mejores del planeta, junto con los de los turcos), pastel de pescado, queso ahumado frito, bolas de zucchini, ensalada de cangrejo local, pescaditos fritos, un calamar relleno (¡de película!), excelentes aceitunas y muy buen pan.

Restos de Mejillones al Vino - Zorba's

De principal les recomiendo compartir un pescado entero entre todos. Se lo asarán a la brasa y se lo servirán con una mantequilla de limón de buena factura. Nosotros lo acompañamos de verduras y un risotto de hongos y calamares. Los postres son muy buenos y muy dulces. Degustamos tres de los que rellenan con almendras, pistachos y miel a toneladas. Agregar un helado y un bajativo.

Postrecito con Helado - Zorba's

El vino griego es bastante bueno; cada isla tiene sus propios vinos y difieren en variados aspectos: si el vino es de Santorín será un vino con sabor muy mineral debido a su tierra volcánica; si el vino es de Corfú tendrá un sabor más mediterráneo por su clima muy lluvioso en el invierno.

Precio por 6 personas: 500 euros.

Playa en Corfú

Por la mañana, después del petit-déjeuner, volvimos al barrio  del mercado para hacer una última inspección antes de subir a nuestro crucero de Ultra-Lujo 6 y de apellido Silversea Spirit, en el que estaremos los próximos diez días recorriendo Katakolon y Olimpia, Corfú en Grecia, Kotor en Montenegro, Dubrovnic en Croacia, Sorrento, Civitavecchia, Livorno y Portofino (todas las últimas en Italia) para finalmente desembarcar en Montecarlo, donde nos aguarda mi hermano y amigo y donde nos hospedaremos durante nuestra estancia en Mónaco.

Tentempié Marino en Corfú

Les dejo una reflexión; un día sin vino es como un día sin sol.


¡Salud! Y continuamos con el periplo...

sábado, 8 de junio de 2013

Estambul: la Ciudad Restaurante



Mayo, 19

Después de un magnifico vuelo llegamos al aeropuerto de Estambul alrededor de las 11 de la noche. Nos encontramos con un movimiento impresionante de gente, miles de ellos haciendo lo mismo que nosotros, vale decir salir lo más pronto posible para llegar al destino elegido (cosa que logramos cabalmente dentro de un marco de modernidad y elegancia).

Para los que vienen, lo mejor es elegir un taxi como transportarte. Hay cientos de ellos muy bien organizados, todos con su taxímetro y muy profesionales. La moneda es la lira turca y el cambio para nosotros fue de 2.37 por cada euro. Necesitarán cambiar algo en el mismo aeropuerto.

Le Meridien Istanbul Etiler

Media hora más tarde arribamos al hotel Le Méridien Istanbul Etiler www.lemeridienistanbuletiler.com que está localizado en la zona de Bebec, como a 45 minutos del centro de la ciudad. Para nosotros es perfecto pues nos gusta así y, gracias a nuestro amigo portugués Manuel de Vasconcelos (quien labora en la cadena Luxury Collections Hotel) ¡nos habían conseguido un par de suites en el piso ejecutivo con todas las de la ley!


Mayo 20

Temprano por la mañana pasé por el gym para la rutina matinal de la caminadora, pero me di con la sorpresa que esta vez la máquina además de incluir la tradicional pantalla con música, TV, iPod, etc., también tenía Internet, así que maté dos pájaros de un tiro y se me hizo nada el suplicio.

Palacio Topkapi

Excelente desayuno con todo lo necesario para restaurarse como es debido y enrumbamos los cuatro mosqueteros al centro histórico o Sultanahmet, donde como primera escala recalamos en el Palacio Topkapi en el que, además de la belleza del mismo, tuvimos la fortuna de ver algunas joyas de este sultán y quedamos impresionados por el tamaño de sus esmeraldas (que me parece vinieron de Ceylán) y el diamante del Cucharero, que perteneció a Letizia Ramolino, madre de Napoleón, y que con sus ¡85 quilates! es el tercero más grande del mundo: una joya digna de gente como ellos.

Diamante Cucharero de Letizia Ramolino

Para terminar la mañana, antes de almorzar, nos dirigimos a La Cisterna. Yo ya tenía organizado dónde almorzar (gracias a la recomendación de nuestra amiga turca Ayse) así que enrumbamos caminando al restaurante Nar, donde te sirven cocina otomana de chuparse los dedos.

Nar Lokanta, por Nar Gourmet, está situado en el corazón de Sultanahmet por la puerta Nuruosmaniye del Gran Bazaar. Ofrece una excelente cocina de Anatolia y la línea de productos de vitrina Nar Gourmet (especializado en productos regionales naturales de toda Anatolia).

Nar Lokanta en Sultanahmet

Nar Lokanta ofrece comida tradicional turca de la más fresca y ligera. Lo dirige el equipo que gestiona el restaurante Feriye, incluyendo el Chef Vedat Başaran. La decoración interior es muy clásica, con un montón de mármol y pinturas de artistas turcos. En la parte trasera del restaurante hay hermosos azulejos de color turquesa que rodean el horno tradicional de piedra, en el que hornean su pan pide fresco (pan jalá turco). El aspecto más llamativo de la decoración es el jardín vertical que cuelga hasta el piso de abajo y que abarca dos pisos del edificio. También hay una gran terraza rodeada de plantas y hiedra, con una suave brisa que mantiene todo fresco.

Pizza Turca

Situado debajo del restaurante, en la cuarta planta del edificio, se encuentra el Yeṣām Culinary Arts Center, cuya misión es preservar la rica herencia culinaria de Turquía mediante la reactivación de platos y estilos de cocina perdidos, con el fin de garantizar que la historia culinaria del país siga siendo transmitida a futuras generaciones.

El menú en Nar Lokanta ofrece los clásicos turcos conocidos, así como una serie de platos regionales menos comunes: desde los del Ottoman Palace hasta platos de comida humilde del pueblo. Todos los platos se elaboran con aceite de oliva propio de Nar, el cual proviene de la región de Ayvalık en la costa del mar Egeo, ampliamente consideradas como las mejores áreas para las aceitunas en el país. Estos aceites de oliva tienen un nivel excepcionalmente bajo de acidez, dándoles un sabor muy puro y casi dulce.

Pan y Crema de Mantequilla

Una comida en Nar Lokanta comienza con una cesta de pan recién horneado, servido con una selección de aceites de oliva de Nar. La lista de mezes ofrece una variedad de platos regionales de aceite de oliva, mientras que los principales se centran principalmente en cordero y ternera, con algunos platos de pollo que además se ofrecen. También hay un buffet de ensaladas disponibles a la hora del almuerzo. La extensa carta de vinos cuenta con vinos turcos exclusivamente, e incluye un número de botellas de viñedos de boutique.

Comenzamos con unos gin con gin para abrir el apetito y elegimos como entrada un plato con seis pequeñas muestras de la cocina turca fría: vino una hoja de parra rellena de arroz con cordero y piñones que nunca en toda nuestra vida habíamos probado, algo totalmente diferente a las que estamos acostumbrados a comer en Lima. ¡Esta era un manjar! Suave, de sabor delicado y profundo y sobre todo con mucha personalidad. En ese preciso momento, mientras la disfrutaba, me di cuenta de que esta cocina donde habíamos recalado era un tesoro por descubrir. Como un reloj a la derecha de la hoja de parra había una ensaladita de frijoles bebes verdes al lado de un fino hummus que hacia la antesala a una berenjena rellena y a una flor de zapallo también rellena con cordero; al medio, un corazón de alcachofa. Solo les comentaré que todo el plato estaba buenísimo, no por lo que vino (que también lo puedes comer en Lima) sino por el arte de convertir comida sencilla en una sinfonía de primer nivel. Insuperable este primer plato.

Bolas de Cordero con Yogurt

Como entrada caliente compartimos una bolas rellenas de carne de cordero, que acompañan de rabanito encurtido y tomates asados y de un yogurt celestial.

Tomates Rellenos de Cordero

Tomates Rellenos de Cordero

De fondo compartimos un cordero braseado en fondo claro escoltado por un arroz hecho en mantequilla con piñones, semillas y pequeños trozos de hígado del mismo animal. Luego pasamos a otro plato de lomitos de cordero a la parrilla con un arroz hecho al horno, unas espinacas de mamey y un pan en forma de bote relleno de berenjenas, cordero y queso local.

Cordero y Arroz con Hígado y Piñones

Realmente excelente este restaurante, muy recomendable. Queda en un quinto piso y vale la pena venir. Precio por 4 personas: 200 liras turcas (sin postre ni vino).

Previo descanso en el hotel nos fuimos a cenar al restaurante Sunset www.sunsetgrillbar.com que queda en la zona donde estábamos alojados. Es un sitio muy cotizado para cenar o escuchar música mientras picas algo: un Lima27 o Cala, para resumirles.

Sunset Istanbul

Sunset Istanbul está situado en las colinas de Ulus y tiene una de las mejores vistas de Estambul, directamente al Bósforo. La comida es excelente, una mezcla de cocina internacional y platos turcos. También cuenta con un excelente sushi bar atendido por chefs japoneses formados en su país natal. Si no piden del menú de sushi o sashimi, hay otros aperitivos que incluyen foie gras sobre brioche mandarín, carpaccio de pulpo o tartar de salmón. Los entrantes ligeros incluyen risotto de setas o verduras mixtas con hierbas cultivadas en el jardín del hotel. El plato principal es una mezcla de tierra y mar con chuletas de ternera a la parrilla y T-bone compitiendo con rape a la plancha o linguine de langosta. Un menú tradicional turco está siempre disponible para las opciones de menú típico, con auténticos kebabs o cordero y una lista de los mejores vinos internacionales.

Camarones Thai
Sunset Istanbul está bajo un enorme techo de comedor al aire libre, cubierto de toldos triangulares blancos que enmarcan perfectamente el perfil de la ciudad, cerca del paseo marítimo. En el interior, un ambiente más tranquilo de ventanas de vidrio que van de piso a techo rodea un comedor elevado con iluminación cenital y colores neutros o crema y blanco. Hay un bar moderno y un amplio salón con mesas iluminadas con velas y con asientos de taburete que atrae a algunos de los más selectos grupos de solteros de la ciudad para un de fin de semana de música en vivo y una medianoche de contactos.

Dirección: Sunset Istanbul Adnan Saygun Caddesi, Yol Sokak No: 2, Parkı Ulus, Ulus, Estambul. Tel: +90 0212 287 03 57/58

Congrio Confitado

Mix de Entradas Turcas
Previos vodka tonics pasamos a mesa. Compartimos varios buenos platos, entre ellos unos langostinos sellados muy crocantes marinados en una mayo de chili tailandés, que me recordó a algo que yo ya había comido en uno de los restaurantes de Nobu. Muy buena la combinación. Seguimos con un plato de degustación de especialidades locales frías muy aceptable, para continuar con un congrio especiado en especias turcas salteado con pimientos asados, hongos y langostinos, sobre un puré de coliflor. Como no podía ser de otra manera, dos platos de cordero acompañaron esta delicia marina: una canilla cocida al horno con frijolitos bebés y una espalda de cordero braseada con tomates y puré de berenjena con zucchini. Buen café turco y Lagavulin de 16 años pusieron fin a este simpático primer día en Estambul. 

Lomitos de Cordero

Precio por 4 personas sin vino pero con harto vodka: 1,150 liras turcas o 490 euros.


Mayo 21

Nos levantamos tarde y, con un magnífico clima, nos fuimos al Gran Bazaar que es, quién sabe, el centro comercial más grande del mundo. Tiene 4,500 tiendas de todo lo que se puedan imaginar: joyas, ropa de todo tipo, electrónicos, cosas de casa, etc.; todo en un lugar muy antiguo donde el deporte es regatear lo que vayas a comprar. Por ejemplo una casaca de piel de cordero australiano, de marca y diseño: te piden 1,600 euros y terminas en 300 euros, y así por el estilo. Dentro del Gran Bazaar hay dos restaurantes: el Fes y el Havuzlu www.havuzlurestaurant.com

Lámparas en el Gran Bazaar de Estambul

Havuzlu significa ‘fuente’ en turco. El nombre hace referencia a una fuentecita muy agradable que hay junto a la entrada. Es el sitio ideal para comer si te acercas un día de compras al Gran Bazaar. Es el lugar donde comen los dueños de las tiendas y los habituales del Bazaar. Se come de maravilla a base de ensaladas‚ kebab y similares por muy buen precio (unos 10 o 15 euros). No es fácil encontrarlo en el laberinto del Bazaar. La clave es buscar la oficina de correos (PTT) que está señalizada por todas partes. Tienes que ir mirando las marcas amarillas de señalización que hay en el Gran Bazaar, que dicen "PTT". El restaurante está justo al lado de la PTT. Es toda una experiencia sensorial y es todo frenesí‚ gritos‚ carreras‚ comida estupenda y precios irrisorios.

Una vez terminado el almuerzo decidimos tomar un tren al puerto para tomar luego un bote de servicio público hacia Bebek (a 45 minutos de travesía), mucho más cerca de nuestro hotel, ya que con 25 millones de turcos viviendo en Estambul la hora del rush estaba comenzando y nos pareció una mejor opción; además, por supuesto, del magnífico paseo partiendo del Cuerno de Oro y navegando por el Bósforo.

Previo descanso obligado nos fuimos al ULUS 29, www.group-29.com restaurante que nos habían recomendado por su cocina fusión mediterráneo-turca.

Se trata de un restaurante elegante en el que la mayoría de los clientes van muy arreglados. Cuenta con un gran salón interior y una espectacular terraza algo recogida pero con vistas preciosas del Bósforo. Alrededor de todas las mesas hay las típicas estufas de verano que siempre pueden ayudar a no pasar frío en noches más destempladas. 

Ulus 29

Las mesas no son demasiado grandes pero están bien separadas entre sí. Además, tienen un diseño muy curioso y casi todas ellas tienen distintas formas y tamaños. Las sillas, por su parte, también varían entre unas mesas y otras aunque las de cada mesa sí son idénticas. Hay algunas de madera, otras de mimbre, otras de cuero, etc., pero todas ellas cuentan con cómodos cojines y su puesta en escena es muy original. Los tonos de la decoración mezclan los blancos y negros y se identifican muy bien con la suave iluminación de todas las estancias, donde las velas cobran un gran protagonismo. De fondo, una música muy variada que alterna distintos géneros, desde jazz a boleros pasando por algo de house en determinados momentos.

Además de Flor y Manolo nos cayó nuestro amigo Tankut Tonger acompañado de su simpática novia (una muy bonita actriz de televisión). ¡La pasamos bomba! Muy buenos aperitivos locales; de cenar, muy variado: comenzamos con una canasta de panes locales muy buenos, mantequilla de nueces, langostinos jumbo estilo tailandés y platón de degustación de cocina fría turca. Yo pedí tuétanos con baguette y una pizza turca típica de la ciudad. De fondos, carne de cordero y pato Pekín. Como estábamos todos muy animados nos fuimos a un sitio llamado Anjelique facebook.com/anjeliqueclub. Les paso una reseña:

La Ubicación: Anjelique Salhan Sok. No: 5 Ortakoy, Estambul, Turquía. +90 212 327 28 44. anjelique.com

La Escena: En Estambul la fiesta es, literalmente, en el Bósforo. Los mejores clubes de la ciudad tienen instalaciones de primera a orillas de la parte europea del Bósforo. La masa de agua divide la ciudad en dos: una parte de la ciudad se encuentra en Asia, mientras que la otra se encuentra en Europa. Así que si estás de fiesta en Anjelique estás en Europa, pero admirando bebiditamente las vistas panorámicas de Asia. ¿Eso es cool o qué? Bueno, lo más selectito de los que están en sus treintas (extranjeros y locales) en la ciudad parece pensar así.

Anjelique

La Música: DJs de fama mundial vuelan a Estambul para hacer sesiones de house y de electro en Anjelique. Algunas noches también se reservan para el talento local. Puedes llevarte un disco con los himnos del club a la su salida si te gustan las canciones.

Las Bebidas: Un famoso coctel de Anjelique es el Ferrari llameante, una mezcla de ron blanco, ron oscuro y Blue Curacao que se aspira a través de una paja mientras el camarero le enciende fuego. Aparte de quemarte las cejas, te vas a salpicar todo: ten cuidado.

La Comida:
 Anjelique es restaurante antes de la 1 am. Sirve un menú completo de cocina internacional y turca. Mi consejo es que se adhieren a la gastronomía local. No dejen de probar una de las especialidades de pescado a la parrilla diarias, acompañada de una copa de vino turco local.

La Puerta: Si llegas en tu embarcación, puedes amarrar justo fuera de la puerta (hay dos: una desde la calle, y otra en el agua). Así tienes la entrada garantizada. Si no, vas a tener que trabajar un poquito más y ponerte ‘mosca’. Si van a cenar llamen con anticipación y hagan una reserva.

Bueno, fue aquí donde nos quedamos con nuestros amigos y unos nuevos que conocimos, hasta muy entrada la madrugada, pasándola estupendo.


Mayo 22

Nos volvimos a levantar tarde y, sin desayuno, nos dirigimos al Mercado Egipcio, también llamado Mercado de las Especias.

Escalera al Pandeli

El Pandeli, que fue el que escogimos, es un lugar estupendo: el sabor y el alma del viejo Estambul. Situado justo a la entrada del Bazar de las Especias, frente al muelle de Eminonu, proporciona unas preciosas vistas al Bósforo. Después de un concurrido mercado caminas por un angosto pasaje de pasos y te encontrarás en un mundo de armonía y tradición: hermosos azulejos viejos con ornamentos otomanos, sofás suaves, camareros formalmente vestidos, música turca romántica… La comida es excelente, no se puede resistir: meze, de todo intentando (mariscos, pescados horneados en pergamino, el vino local, café y té turco granada). Perfecto y servicio rápido. Y por encima de todo, la historia. Solo cerrar los ojos e imaginar que cenas con Queen Elizabeth II, Audrey Hepburn, Roman Polansky y muchas otras celebridades que una vez visitaron este lugar. Y aunque la cena aquí es más cara que en otros buenos restaurantes cerca, Pandeli bien merece la pena porque lo que recibes es no sólo buena comida, pero también sabor, estilo, historia y una experiencia que nunca olvidarás. Es un lugar muy especial donde también comerás magníficos kebabs y ensaladas de paticlan (berenjena), especialmente el beyerdi hunkiar (berenjena y carne mushed) y muchos platos a base de cordero que gozamos durante un buen tiempo.

Por la noche les propuse a mis queridos compañeros de viaje simplemente irnos a Bebek a caminar sin plan de ataque, pero lo que ellos no sabían era que yo tenía el plan armado con alevosía y maldad. Había conversado con el dueño del restaurante Poseidon a través de la conserjería del hotel para reservar unos red mullets, unos pescados típicos del Bósforo que son un manjar marino digno de un sultán.

Variedad Marina en el Poseidon

Es el restaurante donde yo había almorzado el año pasado y, recordando la vivencia anterior, decidí llevarme por mi instinto más que por la recomendación de la jauría local: pedí lo que me traía añoranzas anteriores y presentes, así que ¡comencé el vals! Ensalada de lenguado en tiras largas como morena de arrecife, en aceite virgen y suave vinagre de manzana y limón; todo un descubrimiento que me recordó al famoso, inigualable, imaginativo (antes, en su época), perfecto Tiradito Alfresco que nació de una idea de un gran amigo Billy Wiesse y que fue perfeccionado por su usía con un toque de ajo macho sin venas como debe ser... ¿¡Qué me pasa!? Que estoy prendido de una sola entrada cuando tengo mucho por declarar en esta aduana personal e ineludible, cual es sentirse un redactor culinario cuando realmente no lo soy ni por asomo. Solo me considero un buen amigo de ustedes, los que quiero que puedan disfrutar en una próxima oportunidad lo que ahora estamos vacilando... ¡Que viva la vida! ¡Asu Mare!

Vista del Poseidon

No penséis mis queridos pendejeritis que - por un momento de debilidad producto de varios Kentucky extra reserve whiskies 25 years que he sido obligado a degustar por la alta dirección del Aeropuerto de Estambul y que merecerá un capítulo aparte que más adelante relataré (es el mejor lounge VIP de todo el mundo) - que voy a dejar, digo, de contarles sobre esa noche marina de sabores mediterráneos. Como me conocen, no pude contenerme con la carta. Ordené más de la cuenta pero con la sapiencia de que probar no significa comer todo sino catar, degustar. Continúo: bonito ahumado, ensalada de pulpo, crema de pescado, calamares y pulpos al carbón, mejillones rellenos de arroz y piñones. De fondo: pescados fritos locales. Precio por 4 personas: 400 liras turcas o un poco menos de 200 euros.

Manjares del Poseidon

Siendo el último día de estadía en Estambul, decidimos no dejar pasar la oportunidad de tomar un desayuno turco antes de partir. Es algo que tienen que hacer sí o sí. Además de que es una costumbre muy tradicional en estos lares, es un must. Hay infinidad de locales; siempre traten de preguntar dónde toman desayuno los locales en el área donde estén alojados. En el caso nuestro fuimos al Kale Cafe cerca de Bebek (Huzur Mahallesi Seyrantepe Şişli, 34415 Estambul) donde este festín comienza con té turco y sigue con canasta de por lo menos seis diferentes panes, huevos fritos con salchicha turca, tres tipos de quesos locales (uno blanco, otro frito y un tercero amarillo), cuatro tipos de aceitunas, tomates, pepinos y ajíes aliñados y el más increíble y sabroso jugo de naranja. Pero lo principal en este desayuno es un tipo de pan tan delgado como un pañuelo y gigante como de 40 cm. de diámetro que llega caliente a tu mesa acompañado de una crema de mantequilla que nada literalmente en la más deliciosa, suave, casi transparente y delicada miel de abeja que he probado en toda mi existencia. Solo les diré que fuimos transportados al paraíso, no se le puede pedir nada más a la vida. Solo por este pan con miel y mantequilla soy capaz de regresar a Estambul.

Lounge de Turkish Airlines en Estambul

Como a las 4 de la tarde nos dirigimos al aeropuerto para tomar el vuelo que nos conducirá a Atenas, segunda escala de este viaje. Después de todos los controles de ley y rigor recalamos en el VIP de Turkish Airlines y, señores, nos encontramos con lo imposible: un lounge de al menos 1,200 a 1,500 metros, con un despliegue de servicios y atenciones que nos dejó boquiabiertos a todos. Para comenzar tiene al menos seis bares surtidos con los mejores licores y bebidas espirituosas (y hablo de licores con más de 25 años de guarda) a disposición y sin límite de cantidades por consumir, una estación de parrillas con cuatro tipos de carnes à la carte, una estación de pizzas turcas (que son como botes muy delgados, rellenas de variados sabores y que te las hacen delante de ti), varios carros que se pasean con los más sabrosos y finos quesos locales, al menos cuatro buffets completos y diferentes: de frutas, de pastas, de arroces y de ensaladas; dos estaciones muy completas de dulces, pasteles y tortas; dos secciones completas de bocaditos salados tipo almendras, cashews, etc. (yo conté diez opciones diferentes); varios salones decorados: uno de ellos con piano en vivo y otro solo para niños, con juegos. Para resumirles el cuento, si ustedes tienen la oportunidad de usar este lounge cuando estén saliendo de Estambul y pueden acceder al mismo mediante alguna invitación o, como en el caso nuestro porque estábamos viajando en Business, les aconsejo encarecidamente que se vayan al menos tres horas antes de su vuelo ¡para que se queden en el Paraíso!

Y bueno, lo dejamos aquí por el momento. Seguimos gozando. Espero que mis amables lectores hayan gozado con esta crónica también. 

¡Nos vamos a Atenas... Sígannos!



COSAS PARA HACER:

TOPKAPI PALACE.
SULTANAHMET (CUIDAD ANTIGUA).
HAGIA SOPHIA (CERRADO LOS LUNES).
MEZQUITA AZUL (LE REFILAN UN SENCILLO AL DE LA PUERTA DEL FINAL Y ENTRAN POR AHÍ SIN COLA).
LA CISTERNA.
GRAN BAZAAR.
MERCADO DE ESPECIAS
MUSEO ARQUEOLÓGICO
MEZQUITA DE SÜLEYMANIYE

Y SUFICIENTE!!!!!

RESTAURANTES (RECOMENDADOS POR MIS AMIGOS LOCALES):

KARAKOY LOKONTASI (ALMUERZO)
GALATA TOWER
RUMELIHISARI ISKELE (PESCADOS)
NISANTASI HUNKAR (COCINA TRADICIONAL)
HAMDI (KEBABS, MERCADO EGIPCIO)
PANDELI (MERCADO EGIPCIO)
REINA (PARA CENAR, LINDA VISTA AL BÓSFORO)
MIRA BALIK (PESCADOS)
MANGERIE (DESAYUNOS)
POSEIDON ( ALMUERZO PESCADO)
ULUS 29 (CENA)
SUNSET (CENA)
CA' D'ORO (EN EL EDIFICIO DEL BANCO GARANTI)
VOGUE (DE MODA)
MIKLA (EN LOS ÚLTIMOS PISOS DEL HOTEL MARMARA PERA).


BUENOS BARES Y CLUBS

ANJELIQUE (EN BEBEK)
REINA (MUY BUENO, EN ORTAKÖY)
SORTIE (EN LA CIUDAD)
BIBER (TOMAR UN TRAGO POR LA TARDE)
BILLIONAIRE ESTAMBUL CLUB
SUADA CLUB (LLEGAS EN BOTE)
SUPPERCLUB (ORTAKOY)
NOMADS (EN LA CIUDAD)
BLACKK (ORTAKOY)
360 ISTANBUL (BEYOGLU)
ULUS29 (BEBEK)