domingo, 11 de septiembre de 2011

Miami


DÍA 1

Partimos en LAN, como siempre, el miércoles 10 de agosto en un vuelo muy cómodo, pues sale pasado el medio día para llegar bordeando las siete de la tarde, lo que te permite tener un buen horizonte para la primera noche latina en esta ciudad.

Como de costumbre tomamos la Business, que tiene una muy merecida fama por la calidad de su servicio a bordo (que considero es una de las mejores del orbe): buenas copas de cava nos ofrecieron cuando entramos a la cabina, las cuales complementaron los vodkas orange del VIP del Jorge Chávez (como verán, comenzamos temprano!!!).

Vista Aérea (como debe ser) del Aeropuerto de Miami

Muy buena comida a bordo y una reparadora siesta horizontal sazonaron este agradable trayecto de casi seis horas para arribar al Miami International Airport donde, felizmente, nos tocó buen servicio de inmigración y aduana (lo que se tradujo en poco tiempo de espera, pues es re-harto conocido y lo puedo fedatear, que es un rush que te puede demorar hasta tres horas si estás de malas).

Nos instalamos en un cómodo departamento que habíamos alquilado y nos fuimos de periplo a Lincoln Road en Miami Beach, precisamente al SUSHI SAMBA en 600 Lincoln Road Miami Beach ( www.sushisamba.com ), T: (305) 673-533, local que mezcla la cocina brasileña con la japonesa y la peruana, y que tiene un éxito bárbaro! Con capacidad para 250 personas en su interior y un border walk (terraza) para otras 200 personas más, lo tienen de bote a bote con ventas anuales de alrededor de 25 millones de dólares.

Salón del Sushi Samba en Lincoln Road

Previos Blacks en la barra mientras aguardábamos nuestra mesa, disfrutamos de la buena música del DJ local. El menú estuvo bueno: nos trajeron unos shrimp balls perfectamente bien apanados con una mezcla de harina de maíz y panco y con aguas mineral y natural, que le da un crujiente espectacular; lo acompañó una mayo oriental. También picamos unos mini tacos de atún sellado picado con juliana de rabanito y una espuma de ají panca que merecieron elogiosos comentarios de la concurrencia (éramos ocho puntas).

De platos principales o main courses (como dicen en gringolandia) pedimos unos anticuchos de pescado agradables, surtidos de rolls (algunos rellenos de langosta) y un par de parrilladas mixtas: como verán, habíamos cenado cocina peruana, japonesa y brasileña! Costo por ocho personas, incluido 15 % de tip: US$ 650.00.

Lincoln Road

A la mañana siguiente: cerca de nosotros hay una bodega cubana donde te preparan sánguches al momento. Allí nos regalamos uno de roast beef y otro de pavo que estaban geniales, rellenos de todo lo que te puedas imaginar si es que te provoca así pedirlos: muy sabrosos por cierto y sobre todo duermen a la boa por un buen rato.


DÍA 2

Nos dirigimos a Biscayne Boulevard, donde teníamos una cita para ver un  local en la milla dorada de esta zona, razón por la cual - en principio - habíamos viajado a esta ciudad, con la finalidad de estudiar la posibilidad de montar un restaurante peruano moderno, con onda, buena música y cocina de primera of course!

Americanísimo Burger & Beer de Miami

Terminadas las primeras diligencias de rigor en este tipo de negocios (que incluyó citas con el land lord), nos fuimos a almorzar a un restaurante de Brickel de apellido BB (que significa burgers and beer) en 900 S. Miami Ave. 130 S. Brickell ( www.burgerandbeer.com ), que en español es hamburguesa y cerveza, y en el que en un ambiente muy típico americano te ofrecen una carta llena de propuestas de distintas combinaciones de hamburguesas con diferentes guarniciones, maridadas cada una con cervezas de todas partes del mundo: no faltaba nuestra querida Cusqueña.

BB Sally Mustang

De aperitivo nos pedimos un tempura, por así decirlo (muy light de masa), de vainitas delgadas, que viene en un balde acompañado de una mayo con aceite de trufas. Sólo les comentaré que este piqueo es un acierto, un gol de media cancha. Nos pedimos la Sally Mustang que, además de excelente hamburguesa de Angus, trae prosciutto, confitura de cebolla y las clásicas guarniciones, más unas papas con piel crocantes. Yo pedí la French Connection, que estaba hecha de carne picada a cuchillo Kobe con un pedazo de Foie Poêlé (hígado de pato fresco sellado a la sartén), trufas negras laminadas, unas papas fritas en aceite de olivo y una salsa bearnaise, más una ensalada local: todo en conjunto muy bueno pero enormes las porciones, así que cuidado si van; es mejor pedir dos como para tres personas, y recuerden: no es barato ya que son signature restaurants donde la calidad y creatividad priman, por tanto cuesta; no están yendo a un Burger King.

Fachada de PF Chang´s en Mary Brickell Village

Como en la tarde sólo teníamos una cita a la cual acudir, se terminó temprano la chamba; nos dio tiempo para pasar por Costco para abastecer la refrigeradora del depa con buenos jugos, cremosos yogurts, finos quesos, suaves panes y todo lo rico para no entrar en crisis… Esa noche nos llevaron unos amigos a un restaurante de cadena de cocina china: PF CHANG'S, Mary Brickell Village 901 S. Miami Ave. Suite 104 ( www.pfchangs.com ), también en la zona de Brickel que tiene mucha onda (financiera y de negocios de día, y de vacilón nocturno por las propuestas que ofrecen allí). Hay que reconocer que la cocina china americana es diferente a  la fusión  cantonesa – peruana a la que nos tiene acostumbrado el Perú, pero no deja de ser interesante y sabrosa también; y si recalas en un buen local de prestigio como éste en el que estamos, la pasarás muy bien.

Preparando Enrollados en PF Chang´s

Pedimos unos wantanes muy buenos, unos enrollados (hojas de lechuga ice) - que tú te preparas con pollo y especias - y unas tortillas de arroz tipo tacos que vienen con una  panceta de cerdo, cashews, verduras chinas y salsa hoisin. De principales: arroz chino, langostinos dinamita (apanados y embadurnados de una mayo picante), langostinos a la naranja, pollo con abalones y verduras, spring rolls, fideos crocantes y algo más que no recuerdo. Lo que sí recuerdo es que sobró tanta comida que nos la llevamos y dimos cuenta  de ella al día siguiente a la hora del lonche, quedando todos muy contentos ya que el calentao funciona muy bien con este tipo de comidas.


DÍA 3

Salí temprano al Publix, donde hice preparar una especie de submarino gigante en un suave pan de granos tipo baguette relleno de pavo, jamón, roast beef, queso suizo, lechuga, tomate, pickles, jalapeños, aceitunas, cebolla, mostaza, mayonesa y aliño de ensalada que, la verdad, no sé cómo hacen para que cierre el bicho pero lo hacen, y te lo cortan en este caso en tres porciones iguales (que aprovechamos en el desayuno con un riquísimo jugo de naranjas de la Florida).

Exterior del Baires Grill en Lincoln Road

Esa mañana teníamos una cita con el probable  contratista – constructor que se ocuparía de nuestro proyecto, cita con la cual cumplimos a cabalidad. Al final de la primera mitad del día nos invitó a un restaurante de carnes argentino, del cual él es uno de los propietarios: BAIRES GRILL en 1116 Lincoln Road - Miami Beach ( www.bairesgrill.com ). Después de visitar las instalaciones, nos sentamos a la mesa con unas copas de vino y una fuente de empanadas hechas a la parrilla y rellenas de cebolla, de jamón y queso, de espinacas a la crema, de carne de res, de carne de cerdo, de maíz... en fin, un potpurrí muy bueno por cierto y altamente recomendado.

Delicia del Baires Grill con Chimichurri

De fondos los pedidos fueron variados: en mi caso, entraña americana con ensalada y papa  Idaho al horno; otros pidieron vacío, bifes y milanesas de carne. Varios tipos de papas, guarniciones y un excelente capuccino complementaron esta magnífica restauración. Desde aquí agradezco a Manolo Rojas, nuestro anfitrión de primera: todos salimos muy contentos y  felices comiendo perdices y todos los dices...

Volvimos al trabajo toda la tarde para dar cuenta luego del saldo del chifa del día anterior a la hora del lonchecito, como lo comenté en el día dos de este relato gastronómico para, bien entrada la noche, salir de nuevo a Lincoln Road en Miami Beach (donde habíamos visto un local cerrado en alquiler que despertó nuestra curiosidad por si cambiábamos de opinión y en vez de comenzar nuestra aventura en los Estados Unidos en la zona de Biscayne, nos lanzábamos por la puerta grande en la Meca). Después de pasear y dar vueltas por todas las cuadras, nos sentamos en un restaurante que nos llamó la atención, de nombre MEAT MARKET, en 915 Lincoln Rd. Miami Beach ( www.meatmarket.com ) - recomendado por la guía Zagat - que, a pesar de la hora (11pm), estaba full. Nos tocó como una media hora de espera, la que pasamos muy entretenidos en la barra con muy buen ambiente y agradables aperitivos. Ya en mesa nos pasaron la carta, que estaba de película no sólo por sus propuestas - que son de una calidad indiscutible - sino también por sus originales salsas y acompañamientos.

Espacioso Meat Market
De aperitivos, unos obligados Grey Goose. De cenar compartimos un 20 onzas de American Kobe Beef Rib Eye de la granja River Snakes Farms de Idaho (de factura extraordinaria), acompañado de una salsa muy agradable. También se cenó un 32 onzas Center Cut Porterhouse Steak con una salsa original llamada la Atómica (de rábano picante y trufas). Sólo diré que la carne parecía un jumbo jet!!! Una papa gigante llamada meat market bake potato (que viene con tocino, crema batida y varios gadgets más), un puré de papas trufado y ensaladas originales completaron el festín. De beber tomamos uno de los mejores tintos de Nappa Valley (que hizo el perfecto maridaje). Para terminar este relato les comentaré que no es un restaurante de carne barato pero, como sostengo, la calidad cuesta aquí y en la cochinchina.

Porterhouse Steak

DÌA 4

Esa mañana y casi toda la tarde la dedicamos a las compras en el Dolphin Mall, que es muy surtido y tiene buenas ofertas si tienes la paciencia necesaria para buscarlas. Aprovechamos un break esa tarde para regalarnos en el Food un mix de comida china e italiana que cumplen su función y ahí nomas.

Por la noche habíamos quedado para cenar en el CHART HOUSE, en 51 Chart House Dr., la marina de Coconut Grove ( www.charthouse.com ). Este local es un restaurante emblemático de los años 80, famoso por sus prime ribs al horno, su impresionante salad bar, sus Martinis y su diseñadas entradas y guarniciones. Tengo que contarles que por segunda vez me llevé una decepción mayúscula: las carnes llegaron sobrecocinadas, no hubo forma de cambiarlas; las papas al horno se agotaron antes de... en fin una mala experiencia. Salvo los tragos, mi recomendación es que no vayan nunca a este local; es un desastre.

Chart House

Aquí acaba la primera parte de este relato. Mañana tenemos vuelo a Philadelphia por la tarde, atendiendo a una invitación de una gran corporación americana que se llama GIORGIOS y que tiene como pedigrí ser la más grande compañía productora de champiñones de USA: producen 140 millones de libras de champiñones frescos al año, con operaciones también en Polonia, La India y China... pero será materia de otra crónica.

Buen Apetito!!!!