lunes, 29 de septiembre de 2014

Vietnam


Ho Chi Minh City (antes Saigón) - popularmente conocida como la ciudad con más motos del mundo y la más grande y cosmopolita de Vietnam - no destaca por sus monumentos culturales pero tiene al menos el encanto de la herencia francesa, sobre todo en algunos bulevares del Distrito 1. Recuerden que es una ciudad subecuatorial y que tienen el Monzón tropical, así que el clima es caliente y muy húmedo (con época de lluvias de mayo a diciembre y temporada seca de diciembre a mayo). Traigan ropa ligera.

Ho Chi Minh City - Record Mundial de Motociclismo

Uno de los aspectos por los que Saigón es conocida es por haber sido escenario crucial durante la Guerra de Vietnam. La caída de Saigón trajo consigo el fin de la guerra y los vencedores decidieron entonces cambiar el nombre de la ciudad por Ho Chi Minh City. Si eres aficionado al turismo bélico y sientes mucha curiosidad por aprender sobre la Guerra de Vietnam, puedes visitar el Palacio de la Reunificación y el Museo de los Recuerdos de la Guerra, o incluso hacer una excursión hasta los túneles de Cu Chi a las afueras de Ho Chi Minh City. Claro que esto no está en nuestros planes ya que tres días es muy poco como para dedicarlos a este tipo de menesteres cuando tenemos mucha gastronomía vietnamita, una de las más exquisitas de toda Asia.

Así que aquí, mis queridos y bien ávidos lectores, ¡en caliente comienza el baile! (Este relato llega a ustedes gracias al apoyo moral de nuestros amigos y gastronautas compañeros de mil y una aventuras viajeras). 

Nos encontramos en este paraíso, que era la casa del diablo amo de los comunistas, y la verdad es que no estoy muy seguro de lo que vi y escuché decir a los americanos, ya que hoy día es un país demócrata. De las conversaciones que hemos podido enriquecernos a lo largo de este cortísimo viaje, uno se queda con muchas encrucijadas acerca de si todo lo que nos contaron y vimos por las cadenas americanas de noticias sobre la guerra fue tal y como sucedió.

Nuestro Hogar: Intercontinental Asiana Saigon

Habíamos elegido quedarnos en el hotel Intercontinental Asiana, un excelente hotel a unos 20 minutos del aeropuerto (10.00 dólares el taxi). Llegamos en un tranquilo vuelo de Air Asia, procedentes de Kuala Lumpur, en poco más de una hora.

Ni bien llegado, el personal de la recepción te recibe con toallas heladas para refrescarte y hace todo lo posible por cumplir hasta con el mínimo de tus deseos. En este sentido, el Asia en general marca tremendamente la diferencia respecto de nosotros los occidentales. Para ellos el servicio y la atención al huésped son como si uno fuera la reencarnación de algún buda o profeta: su misión es solamente velar por tu bienestar. La verdad dan ganas de quedarse a vivir por estos lares.

Esa noche nos fuimos a pasear por la ciudad de las motos y a tratar de que no nos mataran en el intento de cruzar alguna calle. Los taxis son muy baratos, al igual que los tuc-tuc...

Cenamos en el restaurante MANDARIN RESTAURANT www.orientalsaigon.com cocina vietnamita fusión. Solo abre por la noche (05:30pm–11:00pm) y tiene una decoración moderna, elegante, con finos cuadros de la pintura china. La comida es muy buena - es muy famoso por sus patos - y es necesario reservar.

La Cava del Mandarin

Nosotros cenamos sopa picante de mariscos servida dentro de un coco (SUP HAI SAN CHUA CAY), rollitos primavera con aromas de mandarina (CHA GIO MANDARIN), panqueques rellenos de mousse de camarones (GOI CUON TOM THIT), lomo salteado con especias y cocido dentro de un tubo de bambú (BO ONG TRE), pasta tipo vermicelli (pero de arroz) con carne de cangrejo (MIEN XAO CUA THIT), pato asado Mandarin (VIT QUAY SOT QUYT KIEU MANDARIN), cuatro whiskies Macallan, dos vodkas Ciroc, café y gaseosas: US$ 280.00 por cuatro personas.

Por la mañana nos fuimos al primer tour, que yo había conseguido por internet con la agencia Indochina Trails. Fuimos al DELTA DEL RÍO MEKONG, que está localizado al sur de Vietnam y comprende 13 provincias y una ciudad con un área de 40,000 km cuadrados y más o menos 18 millones de personas. La temperatura promedio es de 27 grados pero a nosotros nos tocó como 35, así que imagínense la sopa que éramos.

VINH LONG es considerada la tierra de la frutas, con sus canales naturales y sus plantaciones de arroz. Queda a 136 km de HO CHI MINH (tramo que hicimos en una cómoda van con AC, chofer y guía en español). El viaje toma como dos horas. Una vez que llegas, inmediatamente te subes a una barca de madera con sofás para echarte, y tiene todas las comodidades que necesitas: incluye canastas de frutas para ir relajando, a pesar de ser un bote estilo Vietnam.

Botecitos Vinh Long

El paseo (que es de más de dos horas) pasa por los campos, donde se pueden apreciar toda clase de orquídeas, y por las plantaciones de frutas como el rambutan o el pomelo (dulce) entre otras tropicales. Nos llevaron también a conocer una fábrica de dulces de coco y otra de arcilla, además de darnos un paseo por los canales interiores de una isla a bordo de un típico bote de madera propulsado a remo. Muy simpático, muy original.

El tour incluyó el almuerzo en una casa típica de familia, donde nos enseñaron a hacer los rollos fríos de papel de arroz con verduras crudas y langostinos. También sirvieron dos tipos de curris (con pollo y carne) y la estrella de la casa, que es el pescado elefante; te lo presentan entero con piel y escamas crocantes (realmente una delicia). Verduras, salsas y mucha fruta para este tremendo almuerzo.

El tour es todo el día. Sales de tu hotel a las 8 de la mañana y regresas a las 6 de la tarde, cansado pero nada que no se pueda arreglar con un buen masaje y una buena cámara de vapor.

Esa noche fuimos a conocer el famoso hotel REX - el sitio donde se reunían todos los corresponsales de guerra y diplomáticos durante la guerra - y comprobamos que todavía guarda el aire de esa época. Como para seguir la tradición nos tomamos unos aperitivos de rigor: un gin Bombay, dos Absolut vodka y un Virgin Mary por US$ 49.50.

Rex Saigon Hotel

Habíamos elegido cenar luego en el IF CAFÉ www.cafeif.com. Es un restaurante de cocina vietnamita clásica con un horario corrido de 7 de la mañana a 10 de la noche, de cocina fina y muy auténtica, en una propiedad-villa del periodo colonial aristocrático francés: bellos jardines y magníficos comedores con mesas vestidas con los más finos linos. Cuenta con una carta de vinos que puede competir con cualquier carta de los mejores restaurantes del planeta.

Para respetar la tradición ordenamos rollos tradicionales de huevo, ensalada de mango, camarones de río al curry rojo (¡agárrense por el picante!), calamares con sal de chili, olla de barro con guiso de pescado, un vino-licor local llamado Yodoni, café vietnamita (que es excelente) y coñac para poner el lichi a esta magnífica cena en agradable compañía. US$ 130.00 por 4 personas (incluidos los impuestos).

Al día siguiente nos dedicamos a recorrer el mercado local (BEN THANH MARKET) buscando gangas en artesanías, fuentes de madera, condimentos y lo que se te pudiera ocurrir (sobre todo las copias, que son de muy buena calidad). También hay otro de nombre DONG KHOI, en la avenida Rue Catinat, donde pasamos un muy buen día de relax y agradable clima (35 grados a la sombra) además de darnos un paseo por el museo local, el Palacio de la Reunificación, el Museo de Historia Nacional y otras atracciones turísticas de rigor. Todo esto nos dejó tremendamente hambrientos.

Para almorzar elegimos el CUC GACH QUAN www.cucgachquan.com.vn, que tiene una cocina de estilo country y ofrece todos los alimentos orgánicos (sin fertilizantes). El tofu y la soya son hechos en casa, con una comida deliciosa con toques de lemongrass. Podrán degustar tortuga, pescados y cerdo criados por ellos y cocidos con hojas de plátano. Les paso lo que pedimos, además de lo anteriormente descrito: TOM RANG MUOI (camarones al ajo), CANH CHUA THAC LAC (sopa agridulce), GOI CUON TOM THIT (rollos frescos de hierbas y langostinos), CHA GIO TOM THIT (igual que los anteriores pero con otro relleno, y fritos), COM CHIEN HAI SAN (arroz frito de mariscos), THIEN LY XAO TOI (flores de zucchini), DAU HU TRUNG CHIEN XA OT (tofu con hierbaluisa), BOT XAO XA OT (lomo con hierbaluisa) y aperitivos de rigor por la suma de... ¡US$ 50.00 por 6 personas!

Mesa en el Cuc Gach Quan

También les paso algunos datos de buenos restaurantes que visité como cronista en afán de darles algunas alternativas adicionales por si le dedican más días a esta ciudad:

XU LOUNGE www.xusaigon.com, con muy buena cocina moderna, excelente música y un upper–class en su estilo de decoración.

HOA TUC, que se encuentra en el centro de la ciudad en un antiguo fumadero de opio y les ofrecerá lo mejor de la cocina popular. 

NGOC SUONG MARINA www.ngossuong.com.vn, donde los pescados y mariscos en cocciones vietnamitas harán de su experiencia ¡una visita inolvidable!

COM NIEU SAIGON, en el cual tienen que pedir el arroz aplastado típico de la cocina del sur de este país. A no perdérselo bajo ningún punto de vista.

Por ultimo, el HOY AN www.orientalsaigon.com, para disfrutar los platos de tiburón (que son su especialidad). Vayan a cenar - tiene muy buena música en vivo - y no se olviden de pedir con los aperitivos el HOI AN SPRING ROLLS: mi mejor recomendación para acompañar una buena ginebra bien fría.

Hoi An Spring Rolls

Entretenimiento Nocturno: CATWALK CLUB www.itclubsaigon.com.vn, con música en vivo.

BROMA: NOT A BAR www.bromasaigon@gmail.com, con súper terraza en el techo.

MZ CLUB, con música electrónica de última generación.

Sobre los tours: recomiendo un city tour de medio día por la ciudad (no es caro, US$ 40 por persona) y, si son aventureros, un tour de cocina callejera en moto (tipo vespa, con conductor y guía; si no, olvídense ya que terminarán heridos), el mercado flotante CAI BE, el delta del MEKONG (que ya se los comenté en esta crónica) y los túneles del CU CHI (para que vean cómo esta gente se protegía cuando los americanos bombardeaban durante la guerra).

Recomiendo también PHU QUOC, que es una isla en el golfo de Tailandia a la que comparan con Phuket o con Koh Samui. Esta isla está rodeada por 40 km de playas de arenas blancas y mar turquesa. Aquí podrán relajarse, pasear por su río interior, montar bicicleta, explorar sus cuevas naturales o comer anchoas y calamares secos (la especialidad). La anchoa se usa también para hacer la famosísima salsa de pescado, que está presente en casi todos los platos de la cocina vietnamita.

El Paraíso en Phu Quoc

Bueno, mis queridos lectores de travesías culinarias: acá termina esta crónica de VIETNAM que espero les sirva en algún momento si desean pasearse por estos lares, que les recomiendo con mucho ahínco porque personalmente la he pasado de PM junto con mis cuates de viaje ¡y mi media naranja mecánica!

Seguiremos con Camboya…


¡Buen Apetito!


Rambo-Alfredo

lunes, 15 de septiembre de 2014

KL: Kuala Lumpur


Capital de la gran Malasia, donde acabamos de llegar desde Yogyakarta con mucha ilusión por conocer y degustar un pequeño sorbo de este nuevo gigante del Sudeste Asiático en tres cortos días.

Arribamos en un corto vuelo de apenas 55 minutos conducido por Air Asia, que se la recomiendo: es una de las más grandes por esta zona del mundo, tiene más de 400 aviones - todos ellos modernos - y la atención es muy buena.

¡Qué tal aeropuerto nos recibió! Recién construido, súper moderno, con hoteles 5 estrellas y un gigantesco mall con cuchumil tiendas conocidas y las por conocer, además de un sinfín de restaurantes de todo nivel como para hacer una pascana previa. Como era de esperarse, todo muy bien señalizado. Llegamos después de unos 15 minutos a la zona de los transportes, donde tienes varias alternativas para desplazarte hasta la ciudad. A nosotros, previo pago de US$ 2.00 al aeropuerto, nos asignaron un taxi–van que puede ser para dos personas o hasta 4, dependiendo de la cantidad de equipaje. Todos tienen taxímetro: calcular unos US$ 50.00 ya que la ciudad está a un poco más de 50 km de distancia.

MO Bar en el Mandarin Oriental

Habíamos elegido alojarnos en el KL MANDARIN ORIENTAL www.mandarinoriental.com y no nos desilusionó. Muy por el contrario, es uno de los mejores hoteles en la ciudad, ubicado al costado de las Torres Petronas, con su complejo de tiendas Suria KLCC Mall. Nos alojaron, gracias a la buena fortuna, en el último piso (30) del hotel, con una vista increíble; la habitación con unos acabados de lujo, dignos de un sultán (en este país hay nueve sultanes). El precio no es importante cuando de placer se trata, pero sí calculen unos US$ 400.00 por habitación de este nivel, con desayuno súper buffet (que más adelante les voy a describir).

Cuando alguien llega por primera vez a Kuala Lumpur tiene la necesidad casi imperiosa de plantarse a los pies de las famosas Torres Petronas. Atraen como un imán. Porque si ya impresionan desde la lejanía, brillando a kilómetros de distancia, de cerca impacta su poderosa verticalidad, erigiéndose como dos agujas gemelas de acero y vidrio que bien parecen una nave espacial a punto de atravesar el cielo de la capital de Malasia. Y aun son más espectaculares iluminadas cuando cae la noche, capaces de mantenerte hipnotizado con la mirada hacia arriba un buen rato, lo que regala momentos fugaces en los que la neblina difumina hermosamente su cumbre. (¡Voy en el segundo Doble Black!).

Las Torres Petronas by Night

Con sus 452 metros de altura, el edificio de 88 plantas conservó el honor de ser el más alto del mundo durante seis años, hasta 2003. Los visitantes pueden subir hasta el piso 86, a 370 metros de altura, pasando antes por la pasarela flexible que une las torres a 170 metros del suelo. Las vistas panorámicas dan buena idea de los contrastes que esconde esta ciudad multiétnica del Sudeste Asiático, con rascacielos ultramodernos y futuristas - en la zona del Triángulo de Oro - que dan sombra a las adyacentes casas tradicionales del barrio de Kampung Baru.

Este paseo lo pueden organizar con el conserje de sus hoteles, como lo hicimos nosotros. La ventaja es que ellos se ocupan de conseguirles los tickets y por un plus se evitarán las colas. A nosotros nos costó US$ 100.00 por pareja, pero se pueden ahorrar a lo mejor la mitad si lo hacen personalmente y forman su cola de colegio bien disciplinados. Depende de ustedes, ya que para nosotros... ¡El tiempo es comida!

Esa primera noche, como tenía que ser, nos dirigimos al Barrio Malayo a degustar comida callejera, exactamente al LOONG KEE. Se encuentra en el centro de la ciudad y aloja más de 200 puestos, entre ambulantes, de cocina al paso y los que aparentan ser pequeños restaurantes muy folclóricos con sus mesas y sillas de plástico pero llenos de aromas imperdibles.

Loong Kee Dry Meat - Kuala Lumpur

Nos atrincheramos en uno de los primeros locales entrando al callejón (el primero de la derecha) donde nos regalamos innumerables brochetas hechas de bambú, con los mejores cadáveres disponibles en ese momento: cefalópodos de diversas índoles; crustáceos de extrañas formas, colores y procedencias; insectos y arácnidos - por supuesto bien crocantes - como grillos, cucarachas martinas, arañas monas como las venezolanas, grillos cantoneses; vegetales; quesos de soya... todo acompañado de la famosa salsa de pescado muy popular por todo el Asia y de buenos ajíes locales bien picantes (como debe ser) que ayudaron a seguir con esta insufrible procesión por otros puestos donde nos comimos uno de los mejores arroz frito del que tenga yo memoria. Fue escoltado por muy buenos dim sum de variados rellenos y formas, que se deslizaron por mi garganta causándome inmensos y lujuriosos placeres terrenales. Un buen par de buenas sopas asiáticas con crujientes verduras terminaron por calmarnos las ansias traídas desde lejanas tierras.

Bak Kee Th'ng: Sopa de Vegetales Chai Sim y Chanchito

Esa noche me dio tremenda pesadilla. Soñé que me había vuelto vegetariano. ¡Imagínense cómo me desperté que no me atreví a volver a dormir!

Por la mañana, un desayuno de lo más franciscano en el hotel, con tan solo unos 120 platos diversos donde se incluían algunas cocinas representativas: la local por delante, la japonesa, la india, la vietnamita, la tailandesa, la indonesia, las occidentales de siempre (bien puestas, con excelentes quesos franceses y los no menos famosos huevos benedictinos). Otras diez formas más de preparaciones de huevo, como los huevos de pato enterrados y curados con té negro (que son un manjar a no perderse, si saben de lo que estoy hablando), frutas, leches cuajadas, excelentes panes (todos llenos de calorías) y buen café vietnamita. Estas primeras horas de la mañana hicieron que saliéramos todos del hotel con muy buen ánimo para irnos a las Torres Petronas, al tour que habíamos reservado y que ya les comenté al principio de esta crónica. Solo voy a agregar que es un Must. No pueden dejar de hacerlo en cuanto lleguen a la ciudad.

Como nos dio hambre, nos dirigimos al mall de las Petronas (que es parte de este complejo y que incluye casi nuestro hotel) para pasearlo y escoger entre las innumerables opciones de restaurantes repartidos por los cuatro pisos ovalados de este mall. Ojo que no me estoy refiriendo al patio de comidas que es la locura, no solo por las opciones de locales que son bastantes sino también por la oferta de platos de muchas cocinas diferentes. Todas te las preparan delante de ti, no como e nuestros patios de comidas en que la gran mayoría lleva la comida preparada y muchas veces congelada.

Cola en la Entrada de Madam Kwan's

Nosotros optamos por uno que se llama MADAM KWAN'S, que es una cadena de restaurantes muy famosa por estos lares. Arrancamos el mundial con un surtido de bolas de pescados al estilo original de lobak, unas samosas de camarones exquisitas, un curry laska (sopa picante marina), lemak (curry con cordero), un par de mojitos de lemongrass: todo por la módica suma de más o menos US$ 35.00 para dos personas. Muy cómodo considerando dónde estábamos sentados.

De este mall les puedo recomendar el BUMBU DESA (que es uno de los mejores de Indonesia), el GUIA (alta cocina japonesa), el GERAI 3 (de cocina coreana) y el NASI PADANG (el mejor, a mi juicio, en el patio de comidas).

Nasi Lemak de Madam Kuan's

Esa misma tarde antes de retirarnos a descansar optamos por unos previos en el sauna-masaje y la piscina del hotel. Fue de película: primero porque en el sauna tienes de todo para pasarla bien, con excelentes facilidades; y en la piscina, además de los sofás bien puestos, nos hicieron a todos masajes ¡gratis! Mientras recibíamos los masajes nos pasaban canapés de cortesía (como uvas congeladas, entre otros engreimientos dignos de la categoría de este establecimiento).

Esa noche, para seguir con este tremendo calvario y por recomendación de nuestro buen amigo el conserje indio del hotel, nos fuimos a cenar al restaurante BIJAN de fina cocina malaya (No.3 Jalan Ceylon 50200 Kuala Lumpur, www.bijanrestaurant.com o el de su manager Mohd Zaki Bin Saat e.saki@bijanrestaurant.com).

Comedor Exterior del Bijan

De aperitivos, los clásicos de siempre: malta escocesa, gin y vodka de rigor. De entrantes pedimos los recomendados por el local: danging bungkus kukus, que es un delicado panqueque relleno de carne y cocido en hojas de lotus (tipo tamal)... Los mejores que hemos comido, ¡qué tal entrada! Algo tendremos que hacer para repetirla en Lima. Cucur lidang, que son crujientes colas de langostinos fritas, con una salsa de ajíes malayos. Pulut kuning serunding, que es arroz glutinoso saborizado al cardamomo, con pescado seco salado y coco rallado. Además, tres tipos de arroz: el nasi putih, que es el jazmín hervido; el lemak, que se cuece en leche de coco; y el minyak, que es picante y lleva frutas confitadas. Para estos arroces se ordenó pucuk paku goreng belacan, que son espinacas salteadas con camarones secos y salsa belacan. Kailan ikan masin, que es parecido al otro pero es pescado fermentado. Ikan merah percik, que es mero cocido con jengibre y salsa picante de coco. La estrella de la casa: rendang kambing, que es espalda de cordero infusionado en hierbas y cocido lentamente en leche de coco. Así como lo leen: ¡plato digno del Mejor Rey!

Rendang Kambing del Bijan


Danging Bungkus Kukus del Bijan

11 platos entre entradas y principales, 2 postres, 8 vodkas, 2 maltas, agua y café por la suma de US$ 260.00 para tres parejas. Muy bueno. No dejen de venir.

Esa noche había un festival de música de escuelas (colegios) a nivel nacional en una calle muy cerca de nuestro hotel. Fue la cereza que coronó la torta de ese día. Qué mejor final que disfrutar de los coloridos disfraces multicolores acompañados de exóticas danzas.

Al día siguiente contratamos a través del hotel un city tour de medio día por la ciudad, en coche privado con guía de habla hispana, so costo de US$ 250.00 por los seis (porque lo hicimos a último momento y por intermedio del hotel).

Templo Hindú en las Cuevas de Batu

Este paseo incluyó el Mercado Central (donde se concentran las artesanías auténticas malayas), el lago Simfoni (que tiene 10,000 metros cuadrados y unos hermosos jardines), paseo por la plaza Merdeka (que es la plaza de la Independencia). Parada en: Cuevas de Batu. Aquí tienes que subir casi 300 escalones para acceder a un templo hindú construido en unas cuevas de más de 400 millones de años y que también tiene una estatua en la entrada, de 42.7 metros, llamada Lord Murugan. En este sitio tengan mucho cuidado con los monos, sobre todo si cargan agua o comida, ya que se pueden poner agresivos. Parada en: Istana Negara. Es la residencia oficial del Rey de Malasia, que es elegido entre los nueve sultanes que tiene este país, y es quien ejerce por un periodo de cinco años (me parece) y es luego remplazado por otro de ellos.

Mercado Central de Kuala Lumpur

Terminamos en el Central Market, donde podrán comprar unas buenas alfombras de seda si saben bien negociar. Hay de todo precio pero, para que se den una idea, una de US$ 8,000 de precio inicial podrán embarcarla a Lima por unos US$ 3,000 incluido el flete.

Después de otros menesteres espirituales y sobre todo muy profundos, por la noche nos dirigimos al restaurante CASBAH (que se encuentra en nuestro hotel) para asistir a una cena molecular dirigida y cocinada por el ranqueado Michelin Stars Jeff Ramsey, que es un cocinero que ha pasado sus últimos 18 años cocinando entre Tokio y América. Nos ofreció un menú de 20 pasos que les relataré.

Comenzamos con unos cinco abrebocas: Edible Mai (piña en compresa aromatizada), Tai Karepan (un bun locazo con curry japonés), Caesar Salad (criogenizada en un brioche), Steak and Potato (mousse de papa con confit de cebollas), Golden Carrot (con una mermelada de azafrán).

Como principales: Amberjack Apple (sashimi y shizo), Sliced Crab (de cáscara suave con mango y culantro), 196 Tempura (nitrógeno flakes), Buerdock (y zanahoria), Duck Duck Goose (confit, crispy y foie gras), Mushrooms and the Earth (espárragos blancos, tierra de shitake y embers), Yellowtail Grape Wheatberry (atún con vino y betarraga), Samgyetang 4 Hour Abalone (con trufa negra y bulbo de lily), Roast Lamb Very Juicy (con zatar yogurt), Clam Miso Soup (molecular).

Como postres: Puffing Passion (DIY Tobaco Free Smoke), Blueberries with Laurel (mousse, hielo de bay y lavanda), Truffle and Truffle (70% chocolate y trufa negra ganache), New NY Cheesecake (un clásico pero diferente), Jazmin Gum (paté de té de jazmín), Matcha Marshmallows (té verde en polvo y marshmallows).

Casbah

El menú estuvo increíble. La pasamos bomba en un ambiente ecléctico. La cena muy buena, muy moderna y nos gustó tanto que he acordado con Jeff para que venga a Lima para un festival en Cala en agosto próximo. Así que... ¡prepárense!

US$ 150.00 por persona, incluyendo un par de tragos para una estupenda noche en KL.

Terminamos la noche paseando por la ciudad a la que volveremos a la primera oportunidad que tengamos.

Les paso algunas recomendaciones: si tienen varios días de estadía, no dejen de ir a PUTRUJAYA, que queda a 25 km y es donde se está construyendo una ciudad futurista; CAMERON HIGHLANDS, para apreciar la campiña y las granjas de miel de abeja, asi como las plantaciones de té; LANGKAWI, para apreciar sus playas y su isla duty free; MOUNT KINABALU, patrimonio de la Unesco; MALACCA, legado de los holandeses y puerto importante; SIPADAN, en la costa este de Sabah (uno de los mejores lugares del mundo para bucear); TAMAN NEGARA, que es uno de los más complejos y ricos ecosistemas, reino del tigre malayo, de los rinocerontes, elefantes y macacos.

Sobre restaurantes: El BIJAN, donde cenamos; TANZINI, www.tanzini.com.my; VIEU (tremendo roof bar); BUNGA EMAS, www.theroyalechulan.com/bungaemasrestaurant (muy buena cocina malaya); ENAK KL, www.enakkl.com; FIVE SENSES (cocina china en el Westin KL Hotel), www.westindining.com.my; JP TERES (cocina malaya), www.kualalumpur.grand,hyatt.com; PISCO BAR (español–peruano), www.piscobarkl.com.

Tanzini

Bueno, mis queridos y fieles amigos y compañeros virtuales de mis relatos viajeros: no da para más esta crónica, ya que mañana nuestro próximo destino será HO CHI MINH, VIETNAM, que será materia de otra historia con mucho sabor. Nos vamos con recuerdos y aromas que estoy seguro de que cada uno de mis compañeros de viaje mantendrá en su memoria atesorados.

¡Buen Apetito!

BUDA ALFREDO


martes, 9 de septiembre de 2014

Yogyakarta: La Ciudad de los Templos


Partimos en un vuelo muy tempranero de Air Asia a esta ciudad distante a una hora de vuelo para conocer los templos de Prambanan y de Borobudur, que son uno del siglo IX y el otro del siglo VIII, uno hinduista y el otro budista, ambos Patrimonio de la Humanidad y maravillas del mundo que vale mil veces la pena visitar. Sin lugar a dudas la mejor experiencia que hemos tenido: recorrerlos e imaginar estas civilizaciones y sentirnos orgullosos de que en el Perú tenemos algo similar.

Estupas en lo Alto de Borobudur

Por la web contratamos un servicio de guía privado. Se llama Zunam y nos recogió en el aeropuerto con dos transportes; uno se llevó el equipaje al hotel y el segundo, con nosotros, nos brindó tres recorridos: el primero a Prambanan, que es el más grande templo hindú en el sudeste asiático, dedicado a los dioses Brahma, Shivá y Visnú. Está situado frente al volcán Merapi, que les dejará sin aliento el solo contemplarlo. El conjunto está ubicado a unos 18 km al este de Yogyakarta y fue construido durante el siglo IX bajo la dinastía Sanjaya del primer Reino de Mataram, en la región de Java Central. El segundo templo, Borobudur, es budista y los dejará anonadados al recorrer su estructura; dejarán el aliento, pero serán perdonados por todos los pecados de gula que habréis cometido en vuestras vidas pasadas; os lo aseguro, como que me llamo Alfredo Más Arroz.

Es un paseo de todo el día. Les tomará casi diez horas con una visita intermedia al Palacio del Sultán, donde fuimos recibidos de acuerdo a la dinastía y abolengo que poseemos, previa coordinación con protocolo de la cancillería peruana que se encargó de que se nos rindieran los honores correspondientes por ser de linaje Inca y descendientes directos del primer monarca Más Arroz el Glotón Amo y Señor del Tiradito Alfresco con Camote Glaseado. En este palacio trabajan 4,000 empleados para mantener la joyita de casa del Sultán... ¿¡Qué les parece!? Con entradas, transfer y los tours, pagamos 225 euros por 6 personas con una parada en un restaurante local en el que dimos cuenta de varios platos que compartimos entre todos: camarones con curry rojo, ancas de rana, cangrejos suaves con chili, Nasi Goreng, Laksa (sopa tradicional indonesia, picante), bolas de jibia apanadas, arroz frito de tres sabores, pescado con lichi y no sé qué más que no llego a recordar. Con cervezas para todos salió la cuenta US$.150.00 por 6 personas, bien comidos y totalmente satisfechos.

Prambanan

Nos depositaron en el Hotel Phoenix, que habíamos elegido para quedarnos esa noche (ya que partíamos al día siguiente a Kuala Lumpur). Les comento que todos quedamos maravillados por la atención de este hotel de pueblo. Pocas veces hemos sido atendidos con tal prontitud, amabilidad y con todas las cosas buenas y bacanes que se les puedan ocurrir.

Al principio te confunde cuando entras al hotel, ya que imaginas un hotel pintoresco y extravagante, pero cuando empiezas a entrar te vas dando cuenta de que estás ingresando al cuento de las mil y una noches: todo lleno de detalles y finezas.

Las habitaciones, bastante buenas, con todas las comodidades y más en el caso nuestro después de haber estado recorriendo las ruinas de la ciudad por casi diez horas con 33 grados de calor. Ni bien entramos, caímos totalmente exhaustos a pesar de que habíamos quedado en encontrarnos en la piscina para vacilar.

Nos volvimos a ver las caras todos en el desayuno del hotel, que tiene 150 platos de diferentes tipos de alimentos; algo fuera de serie. En un lado había, como parte del desayuno, dos naturistas que te iban preparando brebajes de acuerdo a tus problemas físicos o si querías bajar tu colesterol o para adelgazar, etc.

Una vez terminado este opíparo y probablemente irrepetible buffet de mañana, nos dirigimos al aeropuerto para tomar un corto vuelo de dos horas con destino a Kuala Lumpur, conocida como KL, capital de Malasia, tierra de las torres Petronas, donde nuestra moneda será el Ringgit, hablaremos Bahasa Malaysia, viviremos un paraíso de buen comer, un clima todo el año de 32 grados... Y que será materia de otra crónica.


Bali nos dejó una sensación de no haberla podido descubrir. Solo nos mostró una pequeña parte, como diciéndonos "si me quieren ver de verdad tendrán que volver, y no por los cinco días que vinieron ya que no me han conocido, solo seré un grato recuerdo que pronto se desvanecerá". 


¡Buen apetito!

jueves, 4 de septiembre de 2014

La Isla de los Dioses: Bali.


Bali, la joya de Indonesia, es una isla por partida doble. En primer lugar, porque su territorio está rodeado de océano por todas partes, encajonado entre Java y Lombok, en el archipiélago de la Sonda. Y después, porque en un "bosque" de 13.000 ínsulas donde la religión mayoritaria es el Islam, su fe principal es el hinduismo.

Con su forma de pez panzudo - como los que los buceadores pueden admirar en sus arrecifes coralinos - Bali tiene la extensión de Cantabria y menos de cuatro millones de habitantes. Es decir, moverse por la isla es sencillo y cualquier desplazamiento de un extremo a otro se completa en apenas tres horas por sus razonablemente buenas carreteras. De ahí que sea recomendable apenas aterrizar en Denpasar, la capital, lanzarse a recorrer esta perla volcánica.

Mapa de Bali

En cuanto salga de la ciudad, el visitante comprobará que Bali es un enorme jardín cultivado donde los campos de arroz, ubicuos, refulgen como esmeraldas. Las ordenadas cuadrículas aprovechan cualquier resquicio de tierra para, escoltadas por elegantes palmeras cocoteras, convertirse en granero y postal de una isla ensimismada en su interior. Los extranjeros llegan a menudo a ella seducidos por la costa. Los balineses, en cambio, se acercan al mar solo acuciados por la necesidad y siempre con reticencia...

¡Qué buena introducción! ¿Les gustó? Espero que sí. 

Arribamos a la isla en un vuelo muy simpático de Indonesia Garuda Airlines: muy buen avión, vuelo super corto desde Singapur (de dos horas y poco), 30 kilos autorizados de peso de equipaje (no de cuerpos, que estamos empezando a ponernos como modelitos latinos que somos, como diría mi compadre Melcochita: ¡todo cachete brother!).

En el aeropuerto nos esperaba una camioneta–van Transfer que nos había enviado nuestra amiga Yuli de relaciones públicas del Hotel Meliá, quien la había contratado por una tarifa de US$ 20.00 para cuatro personas (un regalo).

Nuestra parada se dio a los 25 minutos, llegando al Gran Meliá Nusa Dúa Bali - que es un tremendo complejo hotelero en una de las más bonitas playas de la isla - hotel que tiene más de 500 habitaciones, 10 suites The Level (cada una con piscina y mayordomo privado) que es donde habíamos reservado y 10 Garden Villas (que son como nuestras suites pero para familias).

Vista de Nuestro Gran Meliá Nusa Dua de Bali

Nuestro check-in se dio en un ambiente privado al cual teníamos acceso por nuestra condición de huéspedes LEVEL. Ya se imaginarán: ¡a la media hora ya los habíamos dejado sin vodka! Qué tal vacilón ese check-in: la pasamos de pm.

Esa noche, después de planificar para el día siguiente un paseo chévere que les relataré más adelante, nos fuimos a cenar al restaurante Lotus en el que opíparamente dimos cuenta de unos cangrejos en salsa suave de ostión, amén de un rosario de especialidades balinesas que me dejaron en un santiamén en brazos de Morfeo, más rápido que volando.

Muy temprano por la mañana nos dedicamos a lo que mejor sabemos hacer en estos viajes, vale decir algo de buen ejercicio madrugador para despertar el apeto que siempre está latente, ya que demanda mucho trabajo... si me entienden lo que quiero decir.

Después de huevear y descansar en unas magníficas balinesas frente al mar, con dos mayordomos al pie para cumplir el mínimo deseo que, valga la redundancia, cumplieron sin pestañear, y previos masajes a los que algunos de nosotros no se pudieron resistir, alquilamos tres motos y nos fuimos a la aventura hacia la zona y playa de Kuta. Lo único que no planificamos es que fue una aventura de lo más intrépida, ya que manejar por más de una hora con un millón de motos y carros que se te cruzan por todos lados es misión imposible, literalmente, que logramos realizar pero que no les recomiendo (a menos que hayan recibido algún curso de Fórmula 1 o tengan brevete profesional de alta competencia) y menos dos en cada moto. ¡Es casi suicida!

Kuta Beach

Qué les puedo contar: solo que valió la pena la misión casi suicida. La playa es cuanto puedes esperar de este paraíso. La pasamos estupendamente, sentados esperando el sunset, haciéndonos masajes callejeros que incluyeron peluquería ambulante y buenas cervezas bien heladas Bintang (se las recomiendo, agarra como a la séptima). Ya bien entrada la noche emprendimos el regreso, por supuesto sin la más mínima idea de cómo retornar al hotel (lo mismo que a la ida). En un momento - y ya sorteando varios peligros - se nos perdieron Manolo y Flor, a los que encontramos después de un rato por buena suerte: la una en un taxi y el otro siguiéndola en la moto. Aprovechamos el momento todos para seguirlos hasta puerto seguro.

Esa noche cenamos todos juntos cocina indonesia, con excelente tertulia, matándonos de risa de lo locos que habíamos sido (tal cual opinó nuestra concierge, que solo atinó a comentar: ¡qué aventureros son! (Por no escribir aquí lo que realmente nos dijo cuando nos resondró).

Una Cervecita Bintang

Para la mañana siguiente habíamos contratado - y se los recomiendo, ya que una regla de este viaje es no tomar tours compartidos - un guía privado a la medida y enrumbamos a Ubud.

Ubud es una ciudad del interior de Bali, el punto ideal para visitar toda la isla. Podemos decir que es la ciudad de los artistas, sobre todo de la pintura. Existe un museo de un artista español Antonio Blanco, un Dalí a la balinesa. También existen muchos lugares para poder ver la danza balinesa; te dan folletos en español en los que te explican toda la obra y la representación.

Don Antonio Blanco

Nuestro paseo, además de ver las terrazas de plantaciones de arroz, incluyó un museo de pintura donde dejamos muchos chibilines, y otro de trabajos de madera donde cargamos con varios bellos budas y otros dioses como Ganesha que van a rendir sus favores en el counter de la línea aérea para evitar el sobrepeso... o al menos eso nos dijeron: que eran milagrosos (ya les comentaré). 

Paramos a almorzar en Warung Dewa Malen, en Gianyar. Allí nos regalamos dos Bebek Bengil (patos) que comimos en dos formas: asado y frito, que son las maneras en que los amantes de comer este plumífero consideran el non plus ultra. También sumamos Nasi Goreng, Bebek Goreng y Bare Ikan (que en buen castellano fueron platos típicos de arroz, fideos y rollos de papel de arroz rellenos de langostinos y verduras crujientes). Muy sabrosos. Total de la cuenta: US$ 100.00 por 6 personas, incluyendo cervezas y postre.

Existen también innumerables restaurantes de comida tradicional y de moderna cocina balinesa. Un lugar que les recomiendo - y muy frecuentado - es el Warung Ibu Oka, donde pueden comer el lechón asado estilo balinés. 

Si tienen ganas de gozar de otros buenos restaurantes, para que puedan seguir su ruta sibarita está el Kori y está el Poppies, que es de las mejores opciones aunque el lugar es un poco chic. Este restaurante ha adquirido su fama por la calidad de su comida y sus platos.

Otros que bien valen la pena son los siguientes: Kudeta Restaurante, Kisik (como el apellido de mi querido Ivan, que en paz descanse) que queda en el hotel Ayana, Hong Xing (fusión asiática), Bumbu Nusantara (genuina cocina indonesia), Bebek Bengil (para los amantes del pato), Opera Beach Club (Teppanyaki)... Todos localizados al costado del hotel Meliá Nusa Dua en el Bay Bali Mall.

Poppies

Como actividades hay mucho por hacer: paseos en elefante por US$ 86.00 por mitra y 25 minutos en el Lush Botanical Parlands & Luxury Lodge, o visitar el parque de los monos en Mandala Suci Wenara Wana (Ubud).

Nuevamente esa noche la dedicamos al hotel, a pasarla bien, y contratamos al mismo guía que habíamos utilizado (que se llama Kardi), quien habla español perfecto y nos cobró US$ 60.00 por 10 horas de paseo ¡para irnos al día siguiente a un tour de playas!

Comenzamos la mañana aterrizando en Padang Padang, tremedo paraíso de playa: es una pequeña cala a la que hay que descender desde la pista donde tienes pequeños puestos (chiringuitos) que te alquilan sombrillas y te proveen de cervezas al polo. Todo lo que tienes que hacer es vacilar en un mar cristalino de 25 grados de temperatura o más y no hacer nada salvo que te provoque surfear o hacer paddles (todos cumplimos: yo hasta me corrí una ola de tres metros... en mis sueños, por supuesto, pero todo vale ya que estamos de vacaciones).

Allí nos quedamos como dos horas y media para después proseguir a la siguiente playa de apellido Balangan Beach, donde fue similar salvo que la ola que surfeé ¡tenía cinco metros! Allí almorzamos comida de surfers: pura fibra y harta proteína, para recuperar las energías de tanto remar y tomar hartas olas... o cervezas, ya no recuerdo bien.

Balangan Beach

Esa noche nos citamos todos en Sakura, restaurante japonés en donde dimos rienda suelta a la imaginación. La verdad que cenamos muy bien, todo súper bueno y fresco, a lo que yo adjunté algunos platos de la cocina caliente japo, como el Katsudon (que es el chancho apanado) y lomo Wayuu con curry verde, que fue sublime al igual que los soft shell crabs que redondearon la cena bañados por un sake bien templado.

Qué más les puedo comentar: hemos estado cuatro días en Bali, que realmente es nada para conocer y apreciar en su real magnitud esta isla. Lo normal es dedicarle al menos unos veinte días, pero desgraciadamente tenemos una agenda con más ciudades que nos hace imposible quedarnos. Solo me queda aconsejarles que venir a Bali vale la pena, y quedarse más tiempo. Solo la he lamido, no me la he comido como hubiese querido. Pero como dijo mi amigo el General MacArthur: I SHALL RETURN!!!



Singapur: la Ciudad del León


Mayo 11 en adelante...

Hace un poco más de tres años estábamos todo el grupo de siempre - no sé si en Hong Kong u Oslo - y en una revista del lobby del hotel veo un anuncio de que se estaba inaugurando un magnífico hotel en Singapur: tres torres enormes que se unían en el techo para formar una serpiente o una portentosa embarcación (depende de tu imaginación). En aquella foto se veía una piscina infinita en el techo de este hotel (que miraba a la bahía) y nos dijimos que este iba a ser nuestro destino en algún momento cercano.

El nombre del hotel es MARINA BAY SANDS HOTEL y esa es una de las excusas de este viaje; la otra, como siempre, es nuestra pasión por el disfrute.

Marina Bay Sands Hotel - Diurna

Comenzamos un once de mayo del 2014 partiendo desde Lima en el moderno avión A-340-600 de IBERIA, línea en la que he recalado después de la desilusión de haber efectuado últimamente varios viajes de duración larga con LAN, sin buenos resultados. Ahora estamos usando la Business Plus de IBERIA - ¡oh sorpresa! - qué adelanto de tecnología y comodidad: ¡verdaderamente los asientos se convierten en camas! No como en los aviones de LAN, que no llegan a ponerse horizontales al 100%. La atención espectacular en todo sentido: amabilidad, calidad de su carta de vinos y comida, etc. Me mudo a IBERIA para mis viajes a Europa, al menos por el momento.

Marina Bay Sands Hotel - Nocturna

Después de doce horas arribamos a Barajas, donde nos quedamos una noche para no hacer pesado el viaje. Como habíamos comprado parte de todo este viaje con pasajes en Emirates Airlines en clase Business, nos incluyó el recojo en la ciudad con los remisess de la aerolínea. En el caso nuestro nos enviaron un Audi 8, me cuenta Eduardo que a él le enviaron un Mercedes Benz y un BMW a Manolo y Flor... ¡Ya se empezarán a imaginar lo que será este vuelo!

Como nuestro destino o primera ciudad a visitar era Singapur, hicimos cambio de aviones en Dubái con un total de poco más de 17 horas en dos tramos, incluyendo un par de horas en el aeropuerto de Dubái (que es un tema para desarrollar más adelante, por lo alucinante).

Piscina en el Techo del Marine Bay Sands Hotel

Ambos vuelos de súper lujo; por algo esta aerolínea es considerada entre las dos mejores. No hay palabras para describir el magnífico vuelo, rodeado de gente que se desvive por atenderte en estos aviones ultra modernos y gigantes como el nuevo A380 de dos pisos o el 777-800 que es de características similares. La verdad vale cada dólar que pagas: ¡así de sencillo! Las opciones de sus cocinas de abordo así como la fina selección de su carta de vinos te hacen sentir como si estuvieras en un gran restaurante. También las cabinas privadas de asientod con escritorios son de locura.

Arribamos al aeropuerto de Changi como a las tres de la tarde. Nos esperaban seis remisses. La línea aérea nos había asignado un auto para cada uno, para llevarnos a nuestro destino (que en el caso nuestro era el hotel Marina Bay Sands). ¡Qué tal hotel! Les recomiendo entrar a la web www.marinabaysands.com para que se den una idea de lo que estoy hablando: tres torres con 2,600 habitaciones; más de 60 restaurantes, entre ellos al menos seis de célebres chefs con muchos pergaminos a cuestas y estrellas Michelin; un mall que es parte del complejo con pista de patinaje de hielo y más de 300 tiendas de alto lujo; patio de comidas dedicado a las cocinas malaya, china e india; parada del metro dentro del hotel; un casino considerado el más grande de Asia; entre otras facilidades para los huéspedes y un sinfín de amenidades para que los visitantes la pasen de lo mejor.

Nos alojaron en la Torre 1 piso 42 con una magnífica Habitación Premier a un costo de US$.500.00 (más impuestos), con desayuno incluido. Para el estándar de esta ciudad - que es la más cara de estos lares - estaba bastante razonable. Antes de subir me dirigí donde el concierge, el Sr. Yip Meng Hoe, quien nos ilustró sobre el cómo, cuándo y dónde ir a comer comida callejera en esta ciudad. Entre otros tips también nos consiguió una guía de turismo de habla hispana, a la cual contratamos por tres horas para la mañana siguiente. Ella se llama Ana María (francesa), su teléfono es 91053270, cuesta US$.100.00 por hora y vive en la ciudad desde hace más de 15 años. Vale la pena, ya que te recoge en una van privada y te da un tour a tu medida por la ciudad: incluyó visitas por el mercado local y por los restaurantes donde la gente local asiste, además de las principales atracciones turísticas como la Plaza Raffle, el Cable Car a Sentosa, Little India, Chinatown, etc.

La Pintoresca Little India

Como se imaginarán, estábamos con 13 horas de diferencia horaria más 28 horas de vuelo acumuladas, así que decidimos refrescarnos y descansar un par de horas citándonos en el Ski Bar - lounge de este hotel en el piso 57 - de nombre KU DÉ TA. Por cinco Grey Goose, dos Tiger Bell (cerveza local) y un Virgin Mary nos metieron un sablazo de US$ 160.00 (considerando que no te sirven más de una onza de licor por vaso, que es exactamente la mitad de lo que nosotros tomamos en Lima o en cualquier local occidental).

Ku Dé Ta Skybar
Hay que tener en cuenta que Singapur es conocido por sus altos impuestos a todo lo que signifique lujo o superfluo, así que, mis queridos amigos, no se olviden de empacar sus botánicas desde Lima, más sus chatas para la cartera de las señoras…

Esa noche nos dirigimos al barrio de CHINATOWN, donde nos habían recomendado el Maxwell Center, que no es otra cosa que un mercado-patio de comidas de cocina china callejera, donde hay múltiples puestos de todas las regiones de la China a buenos precios. Exóticos sabores, ¡a no perdérselo de ninguna manera! Nos atiborramos literalmente de dim sum de diferentes formas y rellenos, magníficos guisos de mariscos con tripas de cerdo, arroces picantes, sopas extremadamente sabrosas... Sobre todo, muy divertido y económico al máximo: no perdérselo de ninguna manera. Es seguro y tienen el metro a dos cuadras, que es uno de los mejores del mundo.

Noches en Chinatown
Después de ese banquetón chino, más un par de horas de casino sin mucha suerte, nos fuimos a descansar.

Singapur está repleto de restaurantes caros. Basta con caminar por Clarke Quay y sus alrededores. Además, en los hoteles albergan los mejores restaurantes de chefs famosos, sobre todo asiáticos y europeos. Lo interesante - y que tiene su reto - es aprender dónde comer barato. Esto les llevará más tiempo. Aquí les paso unos tips:

Los Food Courts (patios de comida) son el destino más popular. Aquí se come bien por 4-6 SGD. Cada puesto suele tener una especialidad diferente, pudiéndose elegir entre platos de distintas partes del mundo (generalmente chinos).

Para los que tienen un presupuesto muy bajo, otra opción es ir a Annalakshmi Janatha (restaurante indio del barrio chino) o a The Buddhist Lodge. En el primero tú decides cuánto dinero quieres dejar y puedes comer todo lo que quieras (5 SGD es un precio bien visto, menos no). El segundo es gratis (¡no abusen!).

Aloo Gobi del Annalakshmi Janatha

También para comer barato la clave es salirse un poco de las zonas turísticas. De lo que vimos podemos recomendar los siguientes sitios en los que comimos: 

Chinatown Complex: decenas de puestos en la primera planta de este edificio, mucha gente los fines de semana, queda junto al templo budista de Chinatown.

Waterloo Hawker Center (en el centro, en la zona colonial).

Little India: muchos restaurantes, principalmente de comida india, claro.

Cualquier Hawker Center de barrio: en general, los Hawker son conjuntos de puestos callejeros que comparten las mesas y otros servicios. Si ya has visitado antes otras ciudades del sudeste asiático (como Bangkok) sabrás que esto es común en muchos lugares de estas latitudes. El precio de los platos oscila entre los 3 y los 7 SGD.

Nuestro Hawker Center preferido es Lau Pa Sat. Este recinto se encuentra bajo una estructura de hierro forjado traído de Escocia a finales del siglo XIX. No se vayan de Singapur sin probar los satay y los cangrejos, muy típicos de la ciudad.

Concurrido Lau Pa Sat Hawker Center

A la mañana siguiente después de una rutina obligada por el fitness center y un reparador desayuno tercio hindú, mitad chino y algo de malayo en el buffet, nos recogió la guía que habíamos contratado, que además de ser una mujer muy simpática nos hizo un buen recorrido por la ciudad. Les paso lo principal que recorrimos esa mañana: el Centro Cívico, el distrito financiero, el cable aéreo o funicular (que les hace un paseo ida y vuelta hacia la isla de Sentosa, además de las vistas increíbles). A nosotros nos tocó un día muy bonito que permitió ver casi todas las islas cercanas como Sumatra, el palacio budista de Chinatown (que vale la pena) y Little India con sus tiendas de especias y sus comercios típicos. El paseo terminó en Clarke Quay, donde nos habían recomendado un restaurante de cocina del norte de la India (Bengala) en el que por US$ 30.00 por persona nos sirvieron kebabs de cordero, pollo y verduras; dos tipos de curris extraordinarios: uno de cordero y el otro de pollo, acompañados de verduras y un arroz basmati de película; buenas cervezas indias completaron este exótico almuerzo muy recomendable.

Colorido Qlarke Quay en la Rivera del Río Singapur

En esta misma zona hay muchos restaurantes con peceras, donde podrán probar centollas, abalones, peces vivos, toda clase de cangrejos al chili o a la pimienta (que es el plato más típico de la cuidad), etc. No olvidarse de pedir los satay, que son brochetas marinadas de pollo; cerdo con salsa de maní; el char kway teo, que son tallarines con ajo, langostinos y variadas salsas; laksa, que es una sopa de fideos muy sabrosa; el famoso arroz con pollo hainanese, que se cocina al vapor acompañado de arroz; el roti prata que, a pesar de ser de origen indio, es popular por estos lares y consiste en unas especies de tartas rellenas de diferentes cosas.

Otra zona muy buena es Boat Quay, donde hay mucha acción además de buenos lugares para tomar un buen trago, comer bien y pasarla chévere. Ahí nosotros tomamos un taxi-bote que por hora y media te pasea por la bahía y sus hoteles. Les recomiendo hacerlo de noche.

Les voy a recomendar algunos restaurantes, siempre recordándoles que Singapur es una ciudad MUY CARA: sus precios están a la par de los más altos de otros lares. Por supuesto que también hay otros muy buenos a excelentes precios y, siempre como alternativa, los mercados nocturnos callejeros (donde se come muy bien, con bastante variedad y donde sobre todo las billeteras estarán muy felices). Para estos casos ir a Maxwell Food Center, que queda en China Town. Otros son el Lau Pa Sat, el Makasutra Glottons Bay y el Tekka Food Center Market. Con esos cuatro están completos.

Sigamos con los Top:

- CUT de Wolfang Puck, con unos cortes de carnes del Asia, de bandera, y una excelente carta con más de 700 vinos. 

- WAKU GHIN, número 7 en la guía San Pellegrino del Asia, del super estrella Tetsuya Wakuda (combina cocina japonesa con francesa), con frescos ingredientes. Sólo atiende 25 personas por turno (calcular unos US$ 500.00 por el menú por persona). No olvidar de pedir el camarón de Botan con lengua de erizos y caviar.

Emblemático Erizo de Mar con Camarón Botan y Caviar Oscietra del Waku Ghin

- DB de Daniel Boulud, que además de ser súper conocido practica una cocina contemporánea francesa que vale la pena. 

- OSTERIA MOZZA de Mario Batali, quien ocupa el puesto 35 en la Guía San Pellegrino del Asia. 

- SKY 57 de Justin Quek, otra celebridad asiática que la rompe con su cocina local. 

- YAMAMOTO, donde puedes combinar teppanyaki (todo flambeado y salteado), robata (parrilla japonesa), sushi (traen lo más fresco desde Tokio) y ramen (soya o miso con cha-shud o mariscos). 

- BEIJING NO.1, IMPERIAL TREASURE FINE CHINESE CUISINE, JIN SHAN Y KU DÉ TA completan la lista de los fichos. 

Si se van al food court del Marina Bay Sands Mall se van a volver locos, ¡no van a saber qué comer! Hay de todo: barbecue chino, cocina malaya, india de varias regiones, lo mismo que las cocinas chinas de todas las regiones. También quedarán más que satisfechos y pasados de vueltas con los sabores, aromas, picantes, etc. No van a querer irse de ahí. Todos estos los pueden chequear en: www.marinabaysands.com/dining

Parte del Variado Menú del Din Tai Fung

Mención especial a este restaurante de dim sum de apellido DIN TAI FUNG, donde te preparan más de 200 variedades de bocaditos chinos en diferentes tipos de cocciones, ¡en vivo y en directo y a súper precio! Este lugar ¡¡¡Vale un Perú, carajo!!! Queda en The Shops at Marina Bay Sands, nivel B-2 63/64. Otro es el FATT CHOY, en 10 Bayfront Avenue, en el que nos comimos lo que ellos llaman un barco de vapor, que es como una fondue china en la que tú escoges los mariscos, pescados y/o carnes (pollo, cerdo, vaca, rana, rata de campo, etc.), variedad de verduras, diferentes tipos de fideos y los vas cocinando en un sabroso caldo que puede ser muy picante o poco picante... pero siempre picante. Al final te tomas esa sopa concentrada de sabor ¡que te pone oso! A eso le sumé algunos bocadillos al vapor para amenizar el cuento por US$ 50.00 por dos personas.

Mi último recomendado para ustedes queda dentro del casino, al igual que el anterior, que es necesario para descansar y no siempre jugar seguido. Es el TONG DIM - NOODLE BAR. Allí encontrarán más de cien opciones de sopas con diferentes tipos y grosores de fideos, ¡muy bueno! Calcular US$30.00 por persona.

Como verán nos hemos pasado tres días en Singapur muy animados, combinando paseos por la ciudad (hay muchas cosas por ver y vacilar), buenos restaurantes y bares, diversión en el casino con sus espectáculos, buenos masajes y, lo más importante, pasándola bien con nuestros amigos a quienes queremos y apreciamos.

¡Buen Apetito!

A.



PD: últimos tips.

No ensuciar ya que la multa es de mínimo US$ 500.00 (ojo,¡los policías no usan uniforme!) o te dan latigazos. 

Nunca dudar de probar un plato nuevo. 

No cruzar ninguna luz roja o te pasará lo mismo que el primer tip. 

No te hagas masajes de pie si no aguantas dolor. 

No comer la fruta “Durían” (es peor que una bomba nuclear apestosa). 

Si no comes picante, cuidado con lo que pides: son los reyes de lo picante. 

Si no quieres gastar plata no vengas a Singapur y menos vayas a un centro comercial. 

Hacerte el masaje de pies con los peces. 

Comer pescado, que es riquísimo. 

No fotografíes a la gente a menos que les hayas pedido permiso.