jueves, 31 de marzo de 2011

Egipto I - Luxor



FINAL PRIMER DÍA Y SEGUNDO DÍA DE CRUCERO EN LUXOR

Muy agradable, previos cocteles en el bar y el bailecito de Michelle que, influenciada no sé si por la magia de estar en el Nilo o por las copillas de jerez previas en la suite, se mandó una danza del vientre en la pista del bar que nos dejó atónitos a todos: parecía una profesional árabe del staff del barco. Por un momento pensé, cuando regresó a la mesa, que iba a venir el Gerente a llamarle la atención por intimar con los huéspedes...

Templo de Luxor y el río Nilo.
Esa noche teníamos cena a la carta, así que les comentaré brevemente el menú. Tres entradas al escoger: langostinos del Mar Rojo en salsa rosa ó vitello tonato (estaba muy bueno); clafoutis de verduras a la parrilla, y dos cremas: una de tomate y otra de frijoles marineros, además de tres opciones de fondos: tempura bearnaise de seafood con papitas al romero, ternera forestiere con puré o pollo en costra de cashew con fideos orientales, o cous-cous marroquí. De postre, quesos y de todo para terminar.

Como comprenderán hicimos tipo chifa, más cinco botellas de buen vino francés y una botella de pisco mosto verde Italia en el deck de la piscina, al final de la noche.

Buenas noches los pastores...

Buen Apetito!!!!!



(…)

Hoy algunos se fueron por la madrugada en globo aerostático para ver las maravillas de los Faraones desde arriba. Al parecer les gustó mucho, pues cuando los vimos tipo 7am en el buffet del desayuno, rebosaban de felicidad .

Enrumbamos camino a ver el Valle de los Reyes, donde hay más de sesenta tumbas reales, de las cuales visitamos tres (las de Ramsés y compañía), acompañados por 37 grados de calor, con algunos del grupo a punto de colapsar. Yo, felizmente - como los cocodrilos - me refugié en mi yo interior y me hice la onda que estábamos en la Antártida y, aunque no me lo crean, funcionó muy bien.



Este paseo se complementó con la visita al Palacio de la Faraona, de la cual no me acuerdo el nombre pero creo que es así: Al- Deir Al- Baharíb. Luego, a los Colosos de Tebas, para de ahí volver al hotel e instalarnos en la piscina con nuestros cocteles y disfrutar de la vista de la navegación hacia otra ciudad.


Almuerzo: buffet normal, de todo, rico y cumplidor.


Siesta obligada y nos vamos al coctel del Capitán, al bar del barco, con cena a escoger como el día anterior, la cual paso a relatar. Tres entradas: ensalada de calamares con arroz rostizado, menta y culantro; terrina de vegetales a la parrilla o trío de pollo (ahumado, terrina y foie con chutney de manzana); dos sopas, de espárragos y de goulash húngaro; tres fondos: steak y costra de hierbas con arroz frito, pollo al paprika con papas lionesas y zanahorias acarameladas, y risotto de pimientos con hongos. Tres postres cumplidores como siempre.

Paseo nocturno por el pueblo y descanso obligado hasta la mañana siguiente, que tenemos libre para ir temprano al gimnasio a perder un poco de peso y vacilar en el pool del barco hasta el mediodía, hora en que saldremos a visitar más cosas interesantes bajo el flagelo de Osiris, que nos volverá a castigar con sus 38 grados… supongo que Michelle hará cooler!!! Espero, si no nos tomaremos un jerez para salir...


domingo, 20 de marzo de 2011

Córdoba

Partimos hacia Córdoba como al mediodía, sin desayuno porque pensábamos tomarlo en el camino. Luego de dos horas de viaje por la autovía (fue un placer ver kilómetros de kilómetros de olivares) llegamos al hotel AC Palacio Córdoba, junto al casco viejo y frente a la Mezquita. Después de dejar el equipaje nos fuimos de frente al campo de batalla.

Recalamos en  TABERNA Y CASA PEPE DE LA JUDERÍA: el bar, muy simpático; lleno de fotos de Manolete  y de El Cordobés, ídolos de la ciudad. Previos amotillados y aceitunas, empezamos el baile: tortilla de patatas con acompañamiento de alioli y salmorejo; berenjenas con miel de caña (que son como torrejas y/o picarones pero de este vegetal, un plato típico de la ciudad… además, este local las tiene galardonadas por tres años consecutivos como la mejor tapa de la ciudad); flamenquín casero (rollo de presa de cerdo ibérico apanado y frito, relleno de jamón serrano y verduras, acompañado de papas punta y ensalada); un estofado de conejo de campo al tomillo con peras al vino, que es un plato de caza en honor a las IX JORNADAS GASTRONÓMICAS DE LA CAZA CORDOBESA; mazamorra, que es un salmorejo sin tomate, de pan inglés remojado, aceite virgen, ajo, huevo que se decora con  aceitunas y huevo duro, y puntillas fritas (calamares de a pulgar).

Vi en la carta una tortilla de rabo de toro y un cordero sefardí, pero estábamos todos casi desfalleciendo por lo copioso del cepillado y próximos al encuentro con el Gato Félix, línea que no me atreví a cruzar (por el momento). Así que, desafiando lo impensable, nos empujamos una torrija empapada en leche fresca y helado de café, orujos de hierbas…  Pedro Ximénez por doquier y buenos cafés pusieron fin a este encuentro guerrero de casi tres horas, siempre fiel a mi dicho: moriemos de pie!!!

Para bajar tremendo festín nos fuimos a la Mezquita con el alma a cuestas, pero contentos y felices… como perdices.

Siesta obligada de tres horas y tina con burbujas e hidromasajes me aguardaban en mi palacio de alquiler. Joder!!!

10 de la noche: dirección al barrio de la Judería, primera parada en la TABERNA DE LA TAPA donde, con un par de copas de verdejo, probamos migas de pan con chorizo: un buen acompañante y, sobre todo, plato popular. Pagamos la cuenta y proseguimos a la famosa TABERNA RESTAURANTE CABALLO ROJO, que tiene más de 50 años de culinaria. Como no podía ser de otra manera, se pidió lo que se tenía que pedir en esta histórica ciudad: Riñones al Xerez y Rabo de Toro, platos emblemáticos de la cocina de los Mozárabes (moros, cristianos y judíos).

El  primero vino acompañado de papas y rosquillas, muy bueno. En cuanto llegó el segundo, nos acordamos de Flor y Manolo, quienes nos habían pedido una tregua pues esta cruzada culinaria por tierras andaluzas - que es un asunto muy serio - los había obligado a hacer reposo nocturno. Accedimos gustosos a la requerida tregua pues los queríamos con buen ánimo y temple guerrero para la jornada a venir del día siguiente.

Siguiendo el relato del rabo que vino con hueso, y a todas luces mucho más grande que los rabos peruanos: llegó muy brillante, con su salsa estofada clara (no le ponen vino tinto sino blanco o Jerez), meloso, untuoso, sabroso y re-tierno… con razón Manuel Benítez nació aqui!!!, De lejos el mejor rabo de toro ever forever comido por nosotros. En un momento pensé que ni me iba a lavar los dientes esa noche, para quedarme y dormir con este sabor…
(Carlos, cambia la receta!!!)

Pedimos información sobre dónde estaba la juerga y caminamos hasta llegar a CASA TABERNA RUBIO en la puerta del Almodóvar, de los mismos dueños de la Casa Pepe (del almuerzo que precedió) y del hotel Lola; todos altamente recomendados, figuran en las prestigiosas guías Repsol y Michelin. Les contábamos que, camino a esta taberna, nos encontramos con los Príncipes de Asturias, que habían venido a la ciudad. Tomamos licor de hierbas y Michelle, un fino: sospeché que para entonarse para la juerga! De ahí pasamos a la TABERNA CASA BRAVO, de Francisco Javier Torres, también localizada en la Puerta del Almodóvar, donde vimos el cochifrito y ordenamos más orujo y Pastel Cordobés (milhojas de cabello de ángel de calabaza, con nata y canela) y una ración de croquetas de jamón para llevar. Allí conocimos a una pareja de sevillanos que nos recomendaron que fuéramos, en Madrid, a Casa Paco y a Juana la Loca a comer tortillas y tapeo.

Mañana después del almuerzo regresamos a Madrid y… empiezo a sospechar, NO ESTOY SEGURO, pero creo que ya nos vamos comiendo más de cien tapas y, si es así, este periplo por tierras españolas, que en dos días acaba, se podría llamar… el Paseíllo de las Cien...

Les contaré en cuanto el representante del Récord Guiness me visite en el Ritz de Madrid.

Olé!!!

Buen Apetito!

EPÍLOGO

Salimos del hotel a conocer el Puente Romano, el Palacio de los Reyes Católicos Fernando e Isabel, así como las Caballerizas Reales, para después llegar a la estación a tomar el Ave a Madrid.

Pequeño snack en la cafetería de la estación, esperando la hora de partir: ensaladilla rusa, sepia, dos raciones de boquerones, bacalao encebollado, pastel de atún y salmorejo, todo en tapas. Y para terminar: helados artesanales de mango, chocolate y no sé qué más, todo propuesto en complicidad entre Michelle y Manolo, apasionados por el dulce.

Llegó la hora de dejar Adalucía, la que recordaremos con mucho cariño… y hambre sobre todo. Nos queda esta noche… hum… y mañana almuerzo… hum... antes de partir a Egipto!!!  Bienvenida la cocina árabe!!!

Buen Apetito... y ya les contaré de estos dos festines pendientes, antes de...

A BIEN TOT!!!

Casa Pepe x 4 pax: 100 Euros con tip
Caballo Rojo: 19 Euros

martes, 8 de marzo de 2011

Granada II

GRANADA - DÍA 7
Salimos tarde a pasear, después de gozar del Palacio Santa Paula donde nos alojamos. Recorrimos sus claustros y patio camino a una bodega de la cual Michelle tenía buenos recuerdos, y que queda en la calle Almiceros 1 y 3, cerca a Plaza Nueva. Su nombre: BODEGAS CASTAÑEDA. Como hacía buen sol, nos apuramos cuatro cañas bien frías, que fueron acompañadas de una tapa de cortesía de paella azafranada de cerdo y liebre de monte, y tres tapas elegidas por nosotros: empanada gallega, pastel de salmón (con masa, salmón cocido y ahumado, y una piperrade de verduritas de temporada) y por último, pero no menos importante, una ensalada de cogollos, cebolla y tomates negros muy fresca.

Salimos paseando por las hermosas calles granadinas que, al igual que las de Sevilla, son muy bonitas: llenas de balcones - la mayoría forjados de fierro - y con aceras de adoquines de piedra. Nos dirigimos hacia EL DIAMANTE, bodega a la que el día anterior no habíamos podido entrar por la gran cantidad de gente, y cuya dueña es la Sra. Encarnación Bustos, figura legendaria local por sus fritos.

A pesar de que llegamos como a las 2pm, encontramos el mismo panorama: estaba de bote a bote.  Con paciencia y buen humor empezamos a ser atendidos (el local no tiene mesas, todo es parado) con unas manzanillas y cerveza, y para mí, además, una cortesía de tapa de setas. Ordené cuatro medias raciones (pues las porciones o raciones en España son copiosas) de gambas fritas de Huelva (muy dulces), chopitos a la plancha (mini calamares enteros del tamaño de un pulgar), rosada (pez blanco muy apreciado para la fritura) con limón y unas mollejas de ternera con ajo y perejil.


Si bien todo estaba muy bueno, salimos tristes porque se habían acabado los riñoncitos al jerez y los sesos, aún cuando, con ilusión, Manolo y el que escribe habíamos apurado el paso pensando que alcanzaríamos un par de medias raciones, ya que son tapas muy requeridas en este boliche de la ciudad.


Para bajar esta merienda caminamos a la Plaza Bibrambla, donde hay un gran café llamado  BIB-RAMBLA, en el que la especialidad son los helados, cafés y el famoso chocolate con churros (se fríen en aceite virgen). Como no era la hora de churros (solo desayuno y merienda), tomamos buenos cafés y helado de chocolate para mis compañeros de viaje.

A LA SIESTA (de tres horas y media).

A las 8 de la noche nos tomamos un taxi con dirección al ALHAMBRA, donde teníamos reservada la entrada para ver sus palacios y jardines. Como había que hacer tiempo, nos fuimos a la terraza del Gran Alhambra Palace, desde donde hay una espectacular vista de la ciudad. Nos portamos muy bien: nada de tapas, solo unos buenos aperitivos...
A las 10pm entramos a los palacios (sugiero entrar a Google y tipear ALHAMBRA, para que se vuelvan un poco más cultos!!!). Ya pegado hacia las 11.30pm hacía hambre: según Manolo, su cocodrilo le daba vueltas, así que por recomendación del amable taxista nos quedamos en LOS MANUELES, Plaza Nueva calle Reyes Católicos, fundada en 1917, con su pintoresco cartel de mármol indicando que Sus Majestades los Reyes de España habían cenado aquí.

Tomamos verdejo frío, pues el clima estaba bueno, con tapa de calamares entomatados, papas guisadas y jamón serrano de cortesía. Manolo pidió repetición, pero ese plato se lo quité, pues venían cosas serias... tortitas de camarones muy delgadas, crujientes como deben estar, y unos sesos arrebozados de sabor impecable. Los comimos con limón, ya que ponerle otro aliño hubiese sido pecado y habríamos tenido que pedirles a Michelle y a Flor que nos llevaran a la más próxima iglesia para que el párroco pudiera - quién sabe - interceder por nosotros para el perdón divino!!! Felizmente los ultrajamos a tiempo y nos los comimos como debe ser, JODER!!! Más rueda!


Como les caímos simpáticos a los dueños, nos convidaron una ensaladilla de arroz, pimientos, frijol chino, alubias, choclo, cebolla sudada, buey de mar, bastante buen aceite virgen y buena sal… realmente muy buena, como para repetirla en nuestras casas de playa con los aperos…

Siguiendo mi locura gastronómica con tan entrañables amigos, hicimos un bis y nos fuimos de nuevo a BODEGAS CASTAÑEDA, donde habíamos estado por la mañana. Tiene mucho ambiente nocturno, el menú: rueda, tapa de jamón serrano y queso de cortesía, tabla caliente de la casa (croquetas, queso azul local, caña de lomo, bacón, solomillo, pimientos, tortillas de patata) y unas habas guisadas con jamón (manjar de manjares).

Descubrimiento para la mesa: la ternura de las habas…

Habas andaluzas: sospechamos que son de la comarca vecina, específicamente de Santa Fe, donde coincidentemente se firmó la capitulación de los moros ante los Reyes Católicos (creo que ya estoy escribiendo huevadas… Michelle dice que debo escribir la palabra  ‘sandeces’, pero yo soy original…).

Para terminar lo de esta ciudad y este cuento, se me olvidaba que nos comimos un pulpo al pimentón SECOND HAND: los entendidos y mi suegra sabrán a qué me refiero, pero no mis conejillos de indias de viaje, a quienes tuve que revelar el secreto...

Granada I

Salimos sin prisa de Sevilla después de disfrutar del desayuno del hotel, muy parecido al de los días anteriores, salvo que me tiré como diez potes de paté (algunos de ellos aromatizados) para el viaje en carro alquilado hacia Granada, el cual  disfrutamos con pascanita incluída en un parador de la autovía que se llama MESÓN EL PUENTE. Allí pedimos una muy buena tortilla de patatas, unos chorizos tibios y una ensaladillla rusa con atún. Nos alojamos en el AC Palacio Santa Paula de la Gran Vía: buen hotel y súper ubicado, para poder comenzar la exploración de la ciudad en compañía de mis mosqueteros, fieles al castigo culinario al cual los tengo obligados...


Previo duchazo nos dirigimos rápidamente al Mirador de San Nicolás, donde nos instalamos en el HUERTO DE JUAN RAMOS para aguardar el sunset mirando el Alhambra, como no podía ser de otra manera: patatas bravas, manzanilla y black label para mí. Decidimos bajar a la ciudad a cenar unos bocadillos, haciendo el tiempo necesario para volver a las cuevas  para gozar de un espectáculo gitano (flamenco) que habíamos reservado a las 11pm.

Llegamos a Los Diamantes, pero nos fue imposible entrar debido a la gran cantidad de gente que hacía cola, así que nos prometimos bajo juramento gastronómico regresar al día siguiente bajo pena de castigo mortal. A cambio, nos instalamos en PUERTA DEL CARMEN TABERNA, en uno de los costados de la Plaza Mayor, donde, previas manzanillas, nos decidimos por una botella de Albariño Valdamor Rias Baixas para atacar con alevosía lo siguiente: alubias con almejas y codornices (la suavidad de las alubias y codornices, de llorar!!!), pimientos del piquillo rellenos de bacalo confitado, dos raciones (ya que repetimos) de tostas de foie mi-cuit de pato, almejas del Cantábrico salteadas en virgen, ajo y guindillas (soberbio!), entrecote de buey fileteado y una tapa de buen jamón para este final de tapeo. Como ya era la hora, nos fuímos de noche flamenca al Sacromonte, a ver la zambra gitana...

Buen apetito!

A.