martes, 8 de marzo de 2011

Granada II

GRANADA - DÍA 7
Salimos tarde a pasear, después de gozar del Palacio Santa Paula donde nos alojamos. Recorrimos sus claustros y patio camino a una bodega de la cual Michelle tenía buenos recuerdos, y que queda en la calle Almiceros 1 y 3, cerca a Plaza Nueva. Su nombre: BODEGAS CASTAÑEDA. Como hacía buen sol, nos apuramos cuatro cañas bien frías, que fueron acompañadas de una tapa de cortesía de paella azafranada de cerdo y liebre de monte, y tres tapas elegidas por nosotros: empanada gallega, pastel de salmón (con masa, salmón cocido y ahumado, y una piperrade de verduritas de temporada) y por último, pero no menos importante, una ensalada de cogollos, cebolla y tomates negros muy fresca.

Salimos paseando por las hermosas calles granadinas que, al igual que las de Sevilla, son muy bonitas: llenas de balcones - la mayoría forjados de fierro - y con aceras de adoquines de piedra. Nos dirigimos hacia EL DIAMANTE, bodega a la que el día anterior no habíamos podido entrar por la gran cantidad de gente, y cuya dueña es la Sra. Encarnación Bustos, figura legendaria local por sus fritos.

A pesar de que llegamos como a las 2pm, encontramos el mismo panorama: estaba de bote a bote.  Con paciencia y buen humor empezamos a ser atendidos (el local no tiene mesas, todo es parado) con unas manzanillas y cerveza, y para mí, además, una cortesía de tapa de setas. Ordené cuatro medias raciones (pues las porciones o raciones en España son copiosas) de gambas fritas de Huelva (muy dulces), chopitos a la plancha (mini calamares enteros del tamaño de un pulgar), rosada (pez blanco muy apreciado para la fritura) con limón y unas mollejas de ternera con ajo y perejil.


Si bien todo estaba muy bueno, salimos tristes porque se habían acabado los riñoncitos al jerez y los sesos, aún cuando, con ilusión, Manolo y el que escribe habíamos apurado el paso pensando que alcanzaríamos un par de medias raciones, ya que son tapas muy requeridas en este boliche de la ciudad.


Para bajar esta merienda caminamos a la Plaza Bibrambla, donde hay un gran café llamado  BIB-RAMBLA, en el que la especialidad son los helados, cafés y el famoso chocolate con churros (se fríen en aceite virgen). Como no era la hora de churros (solo desayuno y merienda), tomamos buenos cafés y helado de chocolate para mis compañeros de viaje.

A LA SIESTA (de tres horas y media).

A las 8 de la noche nos tomamos un taxi con dirección al ALHAMBRA, donde teníamos reservada la entrada para ver sus palacios y jardines. Como había que hacer tiempo, nos fuimos a la terraza del Gran Alhambra Palace, desde donde hay una espectacular vista de la ciudad. Nos portamos muy bien: nada de tapas, solo unos buenos aperitivos...
A las 10pm entramos a los palacios (sugiero entrar a Google y tipear ALHAMBRA, para que se vuelvan un poco más cultos!!!). Ya pegado hacia las 11.30pm hacía hambre: según Manolo, su cocodrilo le daba vueltas, así que por recomendación del amable taxista nos quedamos en LOS MANUELES, Plaza Nueva calle Reyes Católicos, fundada en 1917, con su pintoresco cartel de mármol indicando que Sus Majestades los Reyes de España habían cenado aquí.

Tomamos verdejo frío, pues el clima estaba bueno, con tapa de calamares entomatados, papas guisadas y jamón serrano de cortesía. Manolo pidió repetición, pero ese plato se lo quité, pues venían cosas serias... tortitas de camarones muy delgadas, crujientes como deben estar, y unos sesos arrebozados de sabor impecable. Los comimos con limón, ya que ponerle otro aliño hubiese sido pecado y habríamos tenido que pedirles a Michelle y a Flor que nos llevaran a la más próxima iglesia para que el párroco pudiera - quién sabe - interceder por nosotros para el perdón divino!!! Felizmente los ultrajamos a tiempo y nos los comimos como debe ser, JODER!!! Más rueda!


Como les caímos simpáticos a los dueños, nos convidaron una ensaladilla de arroz, pimientos, frijol chino, alubias, choclo, cebolla sudada, buey de mar, bastante buen aceite virgen y buena sal… realmente muy buena, como para repetirla en nuestras casas de playa con los aperos…

Siguiendo mi locura gastronómica con tan entrañables amigos, hicimos un bis y nos fuimos de nuevo a BODEGAS CASTAÑEDA, donde habíamos estado por la mañana. Tiene mucho ambiente nocturno, el menú: rueda, tapa de jamón serrano y queso de cortesía, tabla caliente de la casa (croquetas, queso azul local, caña de lomo, bacón, solomillo, pimientos, tortillas de patata) y unas habas guisadas con jamón (manjar de manjares).

Descubrimiento para la mesa: la ternura de las habas…

Habas andaluzas: sospechamos que son de la comarca vecina, específicamente de Santa Fe, donde coincidentemente se firmó la capitulación de los moros ante los Reyes Católicos (creo que ya estoy escribiendo huevadas… Michelle dice que debo escribir la palabra  ‘sandeces’, pero yo soy original…).

Para terminar lo de esta ciudad y este cuento, se me olvidaba que nos comimos un pulpo al pimentón SECOND HAND: los entendidos y mi suegra sabrán a qué me refiero, pero no mis conejillos de indias de viaje, a quienes tuve que revelar el secreto...