lunes, 15 de septiembre de 2014

KL: Kuala Lumpur


Capital de la gran Malasia, donde acabamos de llegar desde Yogyakarta con mucha ilusión por conocer y degustar un pequeño sorbo de este nuevo gigante del Sudeste Asiático en tres cortos días.

Arribamos en un corto vuelo de apenas 55 minutos conducido por Air Asia, que se la recomiendo: es una de las más grandes por esta zona del mundo, tiene más de 400 aviones - todos ellos modernos - y la atención es muy buena.

¡Qué tal aeropuerto nos recibió! Recién construido, súper moderno, con hoteles 5 estrellas y un gigantesco mall con cuchumil tiendas conocidas y las por conocer, además de un sinfín de restaurantes de todo nivel como para hacer una pascana previa. Como era de esperarse, todo muy bien señalizado. Llegamos después de unos 15 minutos a la zona de los transportes, donde tienes varias alternativas para desplazarte hasta la ciudad. A nosotros, previo pago de US$ 2.00 al aeropuerto, nos asignaron un taxi–van que puede ser para dos personas o hasta 4, dependiendo de la cantidad de equipaje. Todos tienen taxímetro: calcular unos US$ 50.00 ya que la ciudad está a un poco más de 50 km de distancia.

MO Bar en el Mandarin Oriental

Habíamos elegido alojarnos en el KL MANDARIN ORIENTAL www.mandarinoriental.com y no nos desilusionó. Muy por el contrario, es uno de los mejores hoteles en la ciudad, ubicado al costado de las Torres Petronas, con su complejo de tiendas Suria KLCC Mall. Nos alojaron, gracias a la buena fortuna, en el último piso (30) del hotel, con una vista increíble; la habitación con unos acabados de lujo, dignos de un sultán (en este país hay nueve sultanes). El precio no es importante cuando de placer se trata, pero sí calculen unos US$ 400.00 por habitación de este nivel, con desayuno súper buffet (que más adelante les voy a describir).

Cuando alguien llega por primera vez a Kuala Lumpur tiene la necesidad casi imperiosa de plantarse a los pies de las famosas Torres Petronas. Atraen como un imán. Porque si ya impresionan desde la lejanía, brillando a kilómetros de distancia, de cerca impacta su poderosa verticalidad, erigiéndose como dos agujas gemelas de acero y vidrio que bien parecen una nave espacial a punto de atravesar el cielo de la capital de Malasia. Y aun son más espectaculares iluminadas cuando cae la noche, capaces de mantenerte hipnotizado con la mirada hacia arriba un buen rato, lo que regala momentos fugaces en los que la neblina difumina hermosamente su cumbre. (¡Voy en el segundo Doble Black!).

Las Torres Petronas by Night

Con sus 452 metros de altura, el edificio de 88 plantas conservó el honor de ser el más alto del mundo durante seis años, hasta 2003. Los visitantes pueden subir hasta el piso 86, a 370 metros de altura, pasando antes por la pasarela flexible que une las torres a 170 metros del suelo. Las vistas panorámicas dan buena idea de los contrastes que esconde esta ciudad multiétnica del Sudeste Asiático, con rascacielos ultramodernos y futuristas - en la zona del Triángulo de Oro - que dan sombra a las adyacentes casas tradicionales del barrio de Kampung Baru.

Este paseo lo pueden organizar con el conserje de sus hoteles, como lo hicimos nosotros. La ventaja es que ellos se ocupan de conseguirles los tickets y por un plus se evitarán las colas. A nosotros nos costó US$ 100.00 por pareja, pero se pueden ahorrar a lo mejor la mitad si lo hacen personalmente y forman su cola de colegio bien disciplinados. Depende de ustedes, ya que para nosotros... ¡El tiempo es comida!

Esa primera noche, como tenía que ser, nos dirigimos al Barrio Malayo a degustar comida callejera, exactamente al LOONG KEE. Se encuentra en el centro de la ciudad y aloja más de 200 puestos, entre ambulantes, de cocina al paso y los que aparentan ser pequeños restaurantes muy folclóricos con sus mesas y sillas de plástico pero llenos de aromas imperdibles.

Loong Kee Dry Meat - Kuala Lumpur

Nos atrincheramos en uno de los primeros locales entrando al callejón (el primero de la derecha) donde nos regalamos innumerables brochetas hechas de bambú, con los mejores cadáveres disponibles en ese momento: cefalópodos de diversas índoles; crustáceos de extrañas formas, colores y procedencias; insectos y arácnidos - por supuesto bien crocantes - como grillos, cucarachas martinas, arañas monas como las venezolanas, grillos cantoneses; vegetales; quesos de soya... todo acompañado de la famosa salsa de pescado muy popular por todo el Asia y de buenos ajíes locales bien picantes (como debe ser) que ayudaron a seguir con esta insufrible procesión por otros puestos donde nos comimos uno de los mejores arroz frito del que tenga yo memoria. Fue escoltado por muy buenos dim sum de variados rellenos y formas, que se deslizaron por mi garganta causándome inmensos y lujuriosos placeres terrenales. Un buen par de buenas sopas asiáticas con crujientes verduras terminaron por calmarnos las ansias traídas desde lejanas tierras.

Bak Kee Th'ng: Sopa de Vegetales Chai Sim y Chanchito

Esa noche me dio tremenda pesadilla. Soñé que me había vuelto vegetariano. ¡Imagínense cómo me desperté que no me atreví a volver a dormir!

Por la mañana, un desayuno de lo más franciscano en el hotel, con tan solo unos 120 platos diversos donde se incluían algunas cocinas representativas: la local por delante, la japonesa, la india, la vietnamita, la tailandesa, la indonesia, las occidentales de siempre (bien puestas, con excelentes quesos franceses y los no menos famosos huevos benedictinos). Otras diez formas más de preparaciones de huevo, como los huevos de pato enterrados y curados con té negro (que son un manjar a no perderse, si saben de lo que estoy hablando), frutas, leches cuajadas, excelentes panes (todos llenos de calorías) y buen café vietnamita. Estas primeras horas de la mañana hicieron que saliéramos todos del hotel con muy buen ánimo para irnos a las Torres Petronas, al tour que habíamos reservado y que ya les comenté al principio de esta crónica. Solo voy a agregar que es un Must. No pueden dejar de hacerlo en cuanto lleguen a la ciudad.

Como nos dio hambre, nos dirigimos al mall de las Petronas (que es parte de este complejo y que incluye casi nuestro hotel) para pasearlo y escoger entre las innumerables opciones de restaurantes repartidos por los cuatro pisos ovalados de este mall. Ojo que no me estoy refiriendo al patio de comidas que es la locura, no solo por las opciones de locales que son bastantes sino también por la oferta de platos de muchas cocinas diferentes. Todas te las preparan delante de ti, no como e nuestros patios de comidas en que la gran mayoría lleva la comida preparada y muchas veces congelada.

Cola en la Entrada de Madam Kwan's

Nosotros optamos por uno que se llama MADAM KWAN'S, que es una cadena de restaurantes muy famosa por estos lares. Arrancamos el mundial con un surtido de bolas de pescados al estilo original de lobak, unas samosas de camarones exquisitas, un curry laska (sopa picante marina), lemak (curry con cordero), un par de mojitos de lemongrass: todo por la módica suma de más o menos US$ 35.00 para dos personas. Muy cómodo considerando dónde estábamos sentados.

De este mall les puedo recomendar el BUMBU DESA (que es uno de los mejores de Indonesia), el GUIA (alta cocina japonesa), el GERAI 3 (de cocina coreana) y el NASI PADANG (el mejor, a mi juicio, en el patio de comidas).

Nasi Lemak de Madam Kuan's

Esa misma tarde antes de retirarnos a descansar optamos por unos previos en el sauna-masaje y la piscina del hotel. Fue de película: primero porque en el sauna tienes de todo para pasarla bien, con excelentes facilidades; y en la piscina, además de los sofás bien puestos, nos hicieron a todos masajes ¡gratis! Mientras recibíamos los masajes nos pasaban canapés de cortesía (como uvas congeladas, entre otros engreimientos dignos de la categoría de este establecimiento).

Esa noche, para seguir con este tremendo calvario y por recomendación de nuestro buen amigo el conserje indio del hotel, nos fuimos a cenar al restaurante BIJAN de fina cocina malaya (No.3 Jalan Ceylon 50200 Kuala Lumpur, www.bijanrestaurant.com o el de su manager Mohd Zaki Bin Saat e.saki@bijanrestaurant.com).

Comedor Exterior del Bijan

De aperitivos, los clásicos de siempre: malta escocesa, gin y vodka de rigor. De entrantes pedimos los recomendados por el local: danging bungkus kukus, que es un delicado panqueque relleno de carne y cocido en hojas de lotus (tipo tamal)... Los mejores que hemos comido, ¡qué tal entrada! Algo tendremos que hacer para repetirla en Lima. Cucur lidang, que son crujientes colas de langostinos fritas, con una salsa de ajíes malayos. Pulut kuning serunding, que es arroz glutinoso saborizado al cardamomo, con pescado seco salado y coco rallado. Además, tres tipos de arroz: el nasi putih, que es el jazmín hervido; el lemak, que se cuece en leche de coco; y el minyak, que es picante y lleva frutas confitadas. Para estos arroces se ordenó pucuk paku goreng belacan, que son espinacas salteadas con camarones secos y salsa belacan. Kailan ikan masin, que es parecido al otro pero es pescado fermentado. Ikan merah percik, que es mero cocido con jengibre y salsa picante de coco. La estrella de la casa: rendang kambing, que es espalda de cordero infusionado en hierbas y cocido lentamente en leche de coco. Así como lo leen: ¡plato digno del Mejor Rey!

Rendang Kambing del Bijan


Danging Bungkus Kukus del Bijan

11 platos entre entradas y principales, 2 postres, 8 vodkas, 2 maltas, agua y café por la suma de US$ 260.00 para tres parejas. Muy bueno. No dejen de venir.

Esa noche había un festival de música de escuelas (colegios) a nivel nacional en una calle muy cerca de nuestro hotel. Fue la cereza que coronó la torta de ese día. Qué mejor final que disfrutar de los coloridos disfraces multicolores acompañados de exóticas danzas.

Al día siguiente contratamos a través del hotel un city tour de medio día por la ciudad, en coche privado con guía de habla hispana, so costo de US$ 250.00 por los seis (porque lo hicimos a último momento y por intermedio del hotel).

Templo Hindú en las Cuevas de Batu

Este paseo incluyó el Mercado Central (donde se concentran las artesanías auténticas malayas), el lago Simfoni (que tiene 10,000 metros cuadrados y unos hermosos jardines), paseo por la plaza Merdeka (que es la plaza de la Independencia). Parada en: Cuevas de Batu. Aquí tienes que subir casi 300 escalones para acceder a un templo hindú construido en unas cuevas de más de 400 millones de años y que también tiene una estatua en la entrada, de 42.7 metros, llamada Lord Murugan. En este sitio tengan mucho cuidado con los monos, sobre todo si cargan agua o comida, ya que se pueden poner agresivos. Parada en: Istana Negara. Es la residencia oficial del Rey de Malasia, que es elegido entre los nueve sultanes que tiene este país, y es quien ejerce por un periodo de cinco años (me parece) y es luego remplazado por otro de ellos.

Mercado Central de Kuala Lumpur

Terminamos en el Central Market, donde podrán comprar unas buenas alfombras de seda si saben bien negociar. Hay de todo precio pero, para que se den una idea, una de US$ 8,000 de precio inicial podrán embarcarla a Lima por unos US$ 3,000 incluido el flete.

Después de otros menesteres espirituales y sobre todo muy profundos, por la noche nos dirigimos al restaurante CASBAH (que se encuentra en nuestro hotel) para asistir a una cena molecular dirigida y cocinada por el ranqueado Michelin Stars Jeff Ramsey, que es un cocinero que ha pasado sus últimos 18 años cocinando entre Tokio y América. Nos ofreció un menú de 20 pasos que les relataré.

Comenzamos con unos cinco abrebocas: Edible Mai (piña en compresa aromatizada), Tai Karepan (un bun locazo con curry japonés), Caesar Salad (criogenizada en un brioche), Steak and Potato (mousse de papa con confit de cebollas), Golden Carrot (con una mermelada de azafrán).

Como principales: Amberjack Apple (sashimi y shizo), Sliced Crab (de cáscara suave con mango y culantro), 196 Tempura (nitrógeno flakes), Buerdock (y zanahoria), Duck Duck Goose (confit, crispy y foie gras), Mushrooms and the Earth (espárragos blancos, tierra de shitake y embers), Yellowtail Grape Wheatberry (atún con vino y betarraga), Samgyetang 4 Hour Abalone (con trufa negra y bulbo de lily), Roast Lamb Very Juicy (con zatar yogurt), Clam Miso Soup (molecular).

Como postres: Puffing Passion (DIY Tobaco Free Smoke), Blueberries with Laurel (mousse, hielo de bay y lavanda), Truffle and Truffle (70% chocolate y trufa negra ganache), New NY Cheesecake (un clásico pero diferente), Jazmin Gum (paté de té de jazmín), Matcha Marshmallows (té verde en polvo y marshmallows).

Casbah

El menú estuvo increíble. La pasamos bomba en un ambiente ecléctico. La cena muy buena, muy moderna y nos gustó tanto que he acordado con Jeff para que venga a Lima para un festival en Cala en agosto próximo. Así que... ¡prepárense!

US$ 150.00 por persona, incluyendo un par de tragos para una estupenda noche en KL.

Terminamos la noche paseando por la ciudad a la que volveremos a la primera oportunidad que tengamos.

Les paso algunas recomendaciones: si tienen varios días de estadía, no dejen de ir a PUTRUJAYA, que queda a 25 km y es donde se está construyendo una ciudad futurista; CAMERON HIGHLANDS, para apreciar la campiña y las granjas de miel de abeja, asi como las plantaciones de té; LANGKAWI, para apreciar sus playas y su isla duty free; MOUNT KINABALU, patrimonio de la Unesco; MALACCA, legado de los holandeses y puerto importante; SIPADAN, en la costa este de Sabah (uno de los mejores lugares del mundo para bucear); TAMAN NEGARA, que es uno de los más complejos y ricos ecosistemas, reino del tigre malayo, de los rinocerontes, elefantes y macacos.

Sobre restaurantes: El BIJAN, donde cenamos; TANZINI, www.tanzini.com.my; VIEU (tremendo roof bar); BUNGA EMAS, www.theroyalechulan.com/bungaemasrestaurant (muy buena cocina malaya); ENAK KL, www.enakkl.com; FIVE SENSES (cocina china en el Westin KL Hotel), www.westindining.com.my; JP TERES (cocina malaya), www.kualalumpur.grand,hyatt.com; PISCO BAR (español–peruano), www.piscobarkl.com.

Tanzini

Bueno, mis queridos y fieles amigos y compañeros virtuales de mis relatos viajeros: no da para más esta crónica, ya que mañana nuestro próximo destino será HO CHI MINH, VIETNAM, que será materia de otra historia con mucho sabor. Nos vamos con recuerdos y aromas que estoy seguro de que cada uno de mis compañeros de viaje mantendrá en su memoria atesorados.

¡Buen Apetito!

BUDA ALFREDO


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