lunes, 8 de julio de 2013

Rush en Barcelona


Llegamos en vuelo procedente de Niza pasado el mediodía; taxi al hotel por 30 euros y quedamos alojados en el Petit Palace Museum, que es un pequeño hotel 4 estrellas ubicado en la calle Diputación 250, prácticamente a comienzos de La Rambla que es lo que yo quería.


Efectuados los trámites de rigor tomamos un taxi que, por muy poca plata (3.50 euros), nos dejó para almorzar en el Mercado de Sant Josep (también conocido como La Boqueria) donde nos traía recuerdos un puesto llamado El Quim de la Boqueria www.quim@quimdelaboqueria.com



El Quim de La Boquería


Previos finos comenzó la danza: morcillas de cebolla, pimientos de Padrón, alcachofas al horno y el plato estrella de la casa: ¡los huevos fritos con chipirones, que estaban de lujo, señores! Un risotto de rabo de toro (casi igual de bueno que el que disfruté en la tierra del Cordobés, llamada La Puerta Roja de Córdoba), salteado de setas con foie caramelizado, callos del Quim, y crema catalana además de un postre que nos fue obsequiado cuando nos identificamos con nuestro DNI. Les puedo recomendar, con mucho savoir-faire, algunos platos que yo podría pedir pero que mi operado estómago no me dejó disfrutar; así que a tomar nota y mucha atención que lo que recomiendo lleva mi sello de Appellation Contrôlée: las bravas de La Boqueria, anchoas del Cantábrico, huevos rotos con virutas de Joselito, morrillo de atún rojo con cherries, una buena escalivada, butifarra con judías y alioli y, por supuesto, cualquier vino del Penedès (que va perfecto). Cuenta para 4 personas con vino y chupito de orujo de hierbas de finale: 100 euros, un regalo. De propina dejamos 30 euros y me pareció poco por habernos dejado estar en el Cielo por un par de horas. Ojo: abren desde el desayuno a las 7 de la madrugada hasta las 4 del après-midi en punto.


Risotto de Rabo de Toro . Rl Quim



Siesta de rigor que se nos fue de la mano ya que según mi GPS cerebral pensé que la cita que había hecho con un mes de anticipación para cenar esta noche en el Tickets Bar era a las 8.30 pm. Cuando volví a la realidad - después de una buena ducha fría - me encontré con que estaba para las 7 de la tarde ¡y eran las 8 y media pasadas! En este restaurante-bar-tapería de los hermanos Adrià, que es un must, es muy jodido hacer la reserva. Solo reciben cien personas diarias a partir de las 7 hasta la 1 o 2 de la madrugada (previa reserva) y hay mucho waiting list, lo que resulta obvio tratándose de estas lumbreras culinarias.

Nuevamente a lo nuestro: de aperitivos un excelente fino de nombre Jarana de Lustau Solera Reserva que tiene un aroma y un sabor que no se lo pueden perder en su próximo viaje por estas tierras. En cuanto a la comida, este sito es un restaurante de pequeñas porciones o tapas, si lo queremos poner de esta manera, y nos dejamos llevar por nuestro director de sala quien nos empezó a enviar a mesa pequeñas porciones para un total de 28 platos que les presentaré a continuación. Nos tomó 4 horas dar cuenta de ellos.


Entrada al Tickets Bar

1. Hojuelas de arroz y bacalao inflado con polvo de nori.

2. Pizzas Tickets (caprese con polvo de pimentón, hecha con masa de parmesano).

3. Tosta con anchoa San Filipo del Cantábrico con escamas y semillas de tomate.

4. Airbaguette J (masa de pizza muy fina que se infla al hornear) envuelta en serrano Joselito de 5 años de guarda. “Espectacular” y pintado con aceite de jamón.

5. Aperitivo sólido: cubos de sandía marinada en sangría con guarnición de hojas de menta, germinado de anís, ramita de canela y piel de naranja y limón.

6. Pan tomaca o, como lo llaman ellos, “nuestro pan con tomate”.

7. Yemas de aceitunas del tipo gordal adobadas con cascara de limón, en su jugo, hechas con agitato y calcio para lograr la consistencia.

8. Mini airbags rellenos de queso manchego (buñuelos de manchego rellenos de espuma de manchego y lámina de manchego con polvo de hongos).

9. Yemas de aceitunas del tipo verdial al aroma de cáscara de naranja, limón, pimienta negra y hierbas.

10. Paisaje nórdico: vinagre deshidratado, tosta aérea de base, picadillo de res cocida con espuma de limón y chalote caramelizado.

11. Buñuelo de bacalao líquido con polvo de perejil.

12. Tomates cherry inyectados con aliño, sobre gelatina transparente de gazpacho y hierbas.

13. Ostras con su perla y agua de lechuga de mar.

14. Majado de aguacate con jugo de codium y atún picante.

15. Navajas con salsa de refrito y aire de limón.


Las Navajas del Tickets

16. Caballa ligeramente ahumada acompañada de salsa de soja, aceite de ajonjolí y limón, sobre germinados de mostaza, verduras y mini shiitake marinados.

17. Croquetas de bacalao: masa a base de queso, harto comino y estragón (¡viva Marruecos!).

(Anécdota: jugar bingo al revés: gana el último en llenar la cartilla).

18. Alubias con mini sepias y salchichas ibéricas emparrilladas .

19. Patata confitada con jugo de costilla de cerdo ibérico y jamón cocido.

20. Mollet de papada (sándwich de pan catalán, tipo english muffin) relleno de papada crocante y mostaza Dijon.

21. Queso de cabra sólido sobre tostada.

22. Yema de queso de cabra con gelatina de limón.

23. Cuatro anchoas del Cantábrico.

24. Pescaíto frito.


Pescaíto Frito

25. Media ración de coppa ibérica Joselito.

26. Gusanos de marshmallows hechos de maracuyá.

27. Merengue de grosella negra con helado de yogurt tipo Beso de Moza.

28. Enlatado de helados de coco, frambuesa y mango, sobre bizcocho húmedo.


Para beber:

- Fino Jarana de Lustau Solera Reserva.

- Vino blanco Pazo Señorans, albariño de Rias Baixas, denominación de origen 2012.

- Chupitos de orujo de hierbas.

Total: 400 euros para cuatro personas y una buena caminata hasta el hotel a dormir, que al día siguiente nos vamos a ¡Valencia tierra de los arroces!


Un poco de historia y otros datillos:

La Señora de la Rambla

El mercado de La Boqueria es hijo de una larga historia que se remonta a la Edad Media. La noticia más antigua que conocemos nos viene del año 1217. En aquel tiempo La Rambla era todavía una riera rodeada por una muralla. En este lugar un representante del rey concedió a un particular la propiedad de un mostrador para trinchar carne de “boc”, y de aquí el nombre Boqueria).
Hace ya más de 160 años que estos comerciantes se trasladaron al antiguo convento de Sant Josep formando lo que es ahora el Mercado de la Boqueria. La colocación de la primera piedra tuvo lugar el día de Sant Josep del año de 1840 y fue acompañada de un ritual muy elocuente: una onza de oro, así como diferentes monedas de oro, fueron depositadas bajo esta primera piedra como símbolo de la riqueza que ese futuro mercado tenía que producir. En el año 1871, los quinqués de gas remplazaron a las velas y a final de siglo llegó la electricidad. Todavía al aire libre, en 1914 la Maquinista Terrestre y Marítima construyó el techo metálico que actualmente podemos admirar.


El Mercado de La Boquería

Con una superficie de 13,631 m2, La Boqueria es el mercado más grande de España. Su situación privilegiada, teniendo como vestíbulo el inmenso ramo de flores que es La Rambla, la ha convertido durante muchos años en el edificio más visitado de Barcelona. Cuando vengan déjense seducir por La Boqueria, dejen que los enamoren sus calles de sabores inéditos, el mosaico de colores de sus frutas exóticas, el mensaje aromático de los fresones o el severo olor de la pesca salada, el toro acabado de matar, la joyería del Mediterráneo con su gran escaparate de peces de plata… Como alguien dijo una vez: si el unicornio existiese se vendería aquí.

Hay 25 restaurantes premiados por la guía Michelin en Cataluña. El hecho es que de cada tres restaurantes españoles premiados uno es de esta comunidad, lo que no hace sino demostrar la calidad de la gastronomía local. Recomiendo en la ciudad La Enoteca (ubicado en hotel Arts y dirigido por Paco Pérez) y Moments (capitaneado por Raúl Baram y con sede en el hotel Mandarin Oriental Barcelona), ambos con dos estrellas. Otros premiados: Dos Palillos, Nectari, Koy Shunka y La Lluerna (ubicado en Santa Coloma de Gramenet).

Barcelona tiene, todo el año, una estimulante relación con la cocina. Si en verano la gastronomía es más fresca y está llena de ensaladas y platos fríos (muchos de ellos procedentes del mar), en el último trimestre del año la cocina nos tienta con platos de cuchara, legumbres y carnes de caza. Barcelona es el gran punto de venta de los alimentos cultivados, cosechados o pescados en sus cercanías; sus mercados - que antes eran el centro del abastecimiento de los ciudadanos - se han convertido además en un reclamo turístico para dar a conocer la riqueza de los productos de temporada. No hace falta esperar el verano para comer junto a la playa, pues buena parte de sus restaurantes están en su frente marítimo. La Barceloneta, tradicional barrio de pescadores, tiene una lonja donde cada tarde se ofrecen productos frescos, y de allí al plato hay muy pocos pasos. La oferta es abundante: desde la tradicional cocina marinera con platos tan arraigados como el arroz caldoso o la zarzuela de mariscos hasta las propuestas más eclécticas de la nueva cocina de autor.

Les dejo una reflexión:

Lo importante es tener claro que sabe mejor el pescado cuando se come allí donde se ha capturado.

Bon profit!








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