lunes, 19 de enero de 2015

Camboya


Camboya es un derivado de la palabra “Kambuja”, que significa “los hijos de Kambu”. Según la leyenda, el asceta Kambu se casó con una ninfa celestial llamada Mera y fundó el Reino de Chenla. En el siglo VI, Funan, el reino vecino y primer estado hindú del Sudeste Asiático, se apropió de Chenla. Fue el precursor del gran Imperio Jemer, el que creó el Complejo de los Templos de Angkor. 

Angkor se compone de numerosos edificios ceremoniales que fueron construidos entre los siglos IX y XIII por el Imperio Jemer, que reinó durante unos 600 años. En 1431 Angkor fue abandonada y Phnom Penh volvió a ser la capital. A mediados del siglo XIX, los franceses colonizaron el país y Camboya logró su independencia en 1953 cuando el Rey Norodom Sihanouk se proclamó Jefe del Estado. Los años 70 fueron los peores de toda la historia del país. En el año 1970, el General Lon Nol destronó al rey gracias a un golpe de estado. En el año 1975, después de una cruel guerra civil, el terrible Jemer Rojo, liderado por el infame Pol Pot, destituyó a Nol. Los cuatro años siguientes fueron horribles: mataron a más de un millón de camboyanos, entre ellos a miles de intelectuales. En 1979 el régimen fue derrotado. Hoy en día, gracias a las magníficas ruinas de Angkor y a la fuerza de espíritu de los camboyanos, el futuro del país es más prometedor que nunca.

El Templo de Angkor

Aunque Angkor Wat sea el principal motivo de nuestro viaje a este país, Camboya tiene más que ofrecer, así que lo hemos divido en dos partes: un día en Phnom Penh y dos días en Siem Reap.

Phnom Penh

Mucha gente sigue pensando que Camboya solo son los templos de Angkor. ¡Dale con lo mismo! Después de estar un día en Phnom Penh les aseguro que visitar la capital es impresionante. Ir a Tuol Sleng (o S.21), a los campos de exterminio de Choeung Ek, te hace entender el pasado reciente de Camboya. Pero solo entrar en contacto con su simpática gente en el Mercado Central o en el Mercado Ruso es lo que te atrapa de Phnom Penh y te hace sentir el embrujo de este país. Ahora sí que sientes que el resto del viaje va a ser una vacilada.

Imprescindible visitar sus museos y descubrir el pasado del país desde la colonización francesa de la llamada “Perla de Asia”, con la arquitectura francesa más preciosa de Indochina, arquitectura de importancia histórica. El Palacio Real y los grandes bulevares son ejemplos perfectos.

Exteriores del Mercado Ruso

La cocina camboyana es muy similar a la de sus vecinos Tailandia, Laos y, en menor grado, Vietnam. Existen sin embargo algunos platos locales. En general, se dice que la cocina camboyana es similar a la de Tailandia pero menos picante. Tradicionalmente, una comida camboyana incluye casi siempre una sopa o “samla” acompañada de otros platos. La “samla machou banle” es una sopa de pescado con un sabor ácido. Entre otras sopas existen la “samla chapek” (sopa de cerdo con sabor a jengibre), la “samla machou bangkang” (sopa de langostinos) y la “samla ktis” (sopa de pescado con coco y piña). Las ensaladas camboyanas, muy populares y deliciosas, son muy diferentes de las ensaladas frías occidentales. La “phlea sach ko” es una ensalada con carne de res y verduras, con sabor a culantro, hojas de mentas y toronjil. Esas son las hierbas más utilizadas en los manjares camboyanos. No olvidar que tienen una de las mejores pimientas del mundo, con centro de producción en la cuidad de KAMPOT.

La Típica Samla Machou Banle

Para esta ciudad elegimos volar en Cambodia Air, que cumplió nuestras expectativas con todo el rigor de la ley en un corto vuelo de extremadamente larguísimos ¡45 minutos! Cuidado con el peso, que son unos hijos de p... Los he maldecido por lo menos tres generaciones, no por mí sino por mis compañeros de viaje que vienen con una viada de compras que me temo que dejarán muchos... (No sabría decirles la moneda, pues cada país va cambiando la suya. Cuándo será que de una vez por todas hagan una sola moneda, que les confieso me gustaría mucho se llamara ALA BUDHA EMIR INCA RAMBO ALFREDO EL MAGNÁNIMO, que creo que me harían de alguna manera pensando que contribuí a la estabilidad emocional y financiera del planeta.

Como les comenté en párrafo anterior, nos alojamos en el INTERCONTINENTAL CONCIERGE PHNOM PENH, al que arribamos como a las 10 de la mañana y donde solo tuvimos tiempo para dejar las maletas y hacernos un baño francés (si saben a lo que me estoy refiriendo). Partimos al tour contratado par MOI a través de la Agencia Indochina (que se pasó de buena) para conocer lo que ya les comenté en el principio de esta crónica: el Palacio Real. Mi compadre el rey es gay; no es que me importe, al contrario, me parece estupendo, pero no tiene descendencia a sus 66 años y los camboyanos están más que asados con el tema, ya que para ellos es sagrada la cosa de la sucesión... ¿Cómo será la suite de este asunto? A lo mejor éI nos dará la sorpresa en cualquier momento con una noticia, agarraditos de las manos los dos.

El Palacio Real de mi Compadre

Sobre el tour en cuestión, que no voy a describir ya que se los he comentado extensamente en mi ilustrada introducción, solo quiero agregar que debido al calor agobiante tuvimos que matizar el tema con buenas chelas locales de nombre Ankor Draft: muy buenas.

Decidimos ir a almorzar al mejor restaurante de la ciudad, donde el más famoso chef tiene su local (y se llama Alfredo, igual que yo... Mentira, se llama Gastón... Tampoco se la creyeron... Se llama LUU MENG master chef). Comanda su cocina en el MALIS RESTAURANT www.malis-restaurant.com, ubicado en el Norodom Blvd. Nos acogió en uno de sus ambientes privados con AC a exactamente 19 grados Celsius (¡ya que afuera bordeaba los 35 grados de microondas!), lo que nos permitió afrontar la batalla a estos seis aventureros sedientos, hambrientos de degustar las maravillas de mi colega Luu (que despachó lo que yo comandé como buen almirante al frente de su flota).

Vista de la Terraza del Malis

Comenzamos la guerra con dos tipos de salchichas: la primera de cerdo y la segunda de carne de res, ambas de película, con marcados sabores a pimienta y cardamomo. Seguimos con unos kababs cambodianos de pescado, unas excelentes tortas de camarones al cuchillo (que son mis preferidas, ya que disgusta todo lo que no tenga textura... A aprender chicos), unas conchas a la pimienta, una ensalada de mango verde con papaya y un kampot king crab (muy bueno pero, ojo, picante). Las especialidades: amok fish (llevo la receta y los ingredientes), chicken curry, moring (que son las espinacas bebés salteadas que he descrito en otra oportunidad), conchas prahok (las tienen que probar), helados de coco, panqueques de plátano y té jazmín para todos, alcanzando un total de US$ 164.00 por un súper almuerzo gourmet con seis comensales.

Por la noche nos fuimos a pasear al malecón del río Mekong (lo tienen muy bien puesto e iluminado), donde se puede disfrutar de los mejores bares, restaurantes, compras y masajes a excelentes precios y con muchas opciones.

Al final recalamos en el FCC RESTAURANT www.fchotels.com, que también es un hotel con vista al río. Allí saboreamos excelentes aperitivos - que son necesarios por el tremendo calor (qué tal excusa) - y degustamos nuevamente, a pedido de Edi, el FISH AMOC (guiso de pescado), los PAD THAI NOODLES, la famosísima sopa - antes comentada en este blog - TOM YUM PRAWN (de camarones), CHICKEN MASSAMAN (guiso de cordero y pollo), aperitivos y buen café por US$ 80 morlacos por 6 asistentes.

Pad Thai Noodles de Camarón y Vegetales

Yo creo que humanamente es imposible hacer más de lo que hemos logrado hacer en 24 horas. Por eso les voy a pedir un minuto de silencio por nuestros sufridos cuerpecitos que vienen soportando con mucho patriotismo esta tremenda inmolación por el bienestar de nuestra patria.

¡Que viva el ceviche carajo! ¡Cómo lo extraño!


SIEM REAP

Desde Siem Reap se puede acceder a Angkor Wat para visitar las principales ruinas del complejo de Angkor y los alrededores. Por las noches se pueden relajar en alguno de los numerosos cafés, jugar una partida de golf o descansar al borde de la piscina del resort elegido (en el caso nuestro el SOFITEL ANGKOR WAT, que es uno de los papis del barrio). No olvidarse de visitar el antiguo barrio francés de Siem Reap, así como los alrededores del Antiguo Mercado. Ambos ofrecen una arquitectura colonial de estilo chino con muchas tiendas de artesanía y fábricas de seda. Si eres una persona mística (que no es mi caso) te puedes ir a contemplar con un buen troncho local los arrozales del campo vecino, los pueblos de pescadores aledaños o el santuario de aves cerca del lago Tonle Sap, que para mí es toda una cojudez solo recomendada para los mojigatos. 

Lo que para muchos será la única Camboya que conozcan, para nosotros fue un lugar espectacular y mágico. Visitar los increíbles templos de Angkor fue como un oasis occidental en un desierto camboyano: con mucho guiri, mucha música, mucha cerveza y excelente cocina local. 

Llegamos en otro corto vuelo de 40 minutos. Nos esperaba mi guía local, que había contratado por Internet para que dedicara el día entero a complacernos y mostrarnos ANGKOR WAT (la octava maravilla del mundo, Patrimonio de la Humanidad y pajazo universal, non plus ultra después de Machu Picchu y Cala).

Una Vista de Angkor Wat

No les voy a describir el tour pues además de ser extenso no es el propósito de esta crónica. Si desean más información tendrán que esperar que se venzan los diez años de la licencia de derechos exclusivos de acuerdo a ley estipulados para esta crónica pronta a ser considerada Patrimonio de la Humanidad según lo que me ha enviado la UNESCO (muy interesada en mis actividades) y también la CIA (Culinary Institute of America).

Solo les comentaré que aprovechamos la estadía al máximo, ya que se necesitan realmente varios días para alucinarla bien. También pueden, como algunos de nosotros, visitarla durante el día o por la madrugada siguiente para ver la puesta del sol dentro del templo.

Les paso info de un show-espectáculo que vimos de música Jemer. Se llama SMILE OF ANGKOR, tiene siete actos, excelentes músicos y actores y por dos horas les costará US$ 48.00 por persona (parece París).

Cenamos en el hotel AMOK, para variar: curry de pescado y lomo (muy buenos, y picantes en su justa medida), arroz frito hecho con la variedad jazmín (que le da una fragancia particular), quesos franceses, sopas asiáticas, rollos crocantes y frescos, ensalada de mango verde, otra de plátano, y algunas delicias más que no recuerdo. Pero les quiero comentar que cuando el hotel es bueno, su cocina generalmente es también buena. En este caso fue muy buena.


TIPS DEL BRAHMA ALFREDO CREADOR DEL UNIVERSO:

Probar:

1.- La ensalada de papaya y mango verde.

2.- Los pomelos dulces rellenos de camarones y chili.

3.- La ensalada de flores de plátano.

4.- Los rollos primavera, ¡por supuesto!

5.- La samosa (empanada) de lentejas.

6.- El satay de carne.

7.- La famosa sopa agridulce de tofu, huevo y fideos.

8.- el amok, que es un tradicional guiso de mariscos, pescado y coco, acompañado de arroz jazmín.

9.- La corvina al vapor.

10.- El royal phad thai, fideos con camarones en jugo de lima.

11.- Los famosos e inigualables panqueques de carne con tamarindo.

12.- El loc lac, que es el lomo salteado con la famosa pimienta vietnamita.

13.- El thai phat kaphrao, el mejor chaufa de chancho.


Nos vamos de Camboya con el firme propósito regresar en una próxima oportunidad. 

¡Angkor Watt Kilo Alfredo Sierra Lima!

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