viernes, 17 de junio de 2011

Porto (Oporto)

Nuestro Refugio: Hotel Sheraton Porto & Spa


Como todas las mañanas partimos con calma y buen clima - como al medio día - y como expliqué en anterior crónica, después de las visitas locales de turismo este día tenía algo de particular, pues dejábamos España para adentrarnos en territorio luso, con primer destino Porto, u Oporto para algunos.


Puerto de A Guarda, en Pontevedra

Como era de esperar hubo consenso en que deberíamos almorzar en alguna de las tantas caletas gallegas antes de, y así fue. Paseamos por un par de horas siempre con rumbo sur para recalar en un restaurante recomendado de apellido Riveiriña, con dirección Av. del Puerto 28, en el pintoresco pueblo de A Guardia, perteneciente al municipio de Pontevedra. El propietario, de nombre Manuel Vicente Lomba, como buen gallego nos brindó lo mejor de su vitrina. Comenzamos con buen pan y un fresco vino Albariño, para comenzar el baile con pulpo a feira (pa' variar), unas navajas a la plancha (pa' variar), una enorme fuente llamada La Mariscada, muy típica del país gallego, que consiste de todos los tipos de cangrejos que ellos tienen (el buey de mar, la nécora, el centollo, el moro), más percebes, almejas, mejillones, carabineros y langostinos; todo al vapor, en su punto justo, y con limón como acompañamiento único para no perder de vista en ningún momento los aromas a mar durante la batalla náutica. Se culminó con una fuente o gran cacerola oval de un arroz caldoso con bogavante que casi no tengo palabras para describir; solo les diré dos: “Mejor imposible”. Postres de rigor, buenos orujos y cafés antes de proseguir camino hacia nuestro próximo destino a 100 kilómetros y poco.


Mariscada Gallega

Llegamos como a las 7 de la noche al hotel Sheraton Porto & Spa, donde fuimos recibidos por el propio Gerente General gracias a mi amigo Portugués Manuel de Vasconcelos. Él había coordinado todas nuestras reservaciones en los hoteles Sheraton de Portugal, ya que esta cadena - ahora inglesa - pertenece a la marca Luxury Collection que él dirige.


Tapita Pata Negra
 
Como era de esperar, todos en la recepción con copa de oporto en mano. De bienvenida fuimos alojados en el piso Club Level y para este pechito y su media naranja suite de lujo con todos los gadgets incluidos en esta categoría. En ese momento invité a mis amigos a tomar una copa a las 9.30pm, cosa que todos honraron. Jany preparó unas buenas tapas de jamón bellota Pata Negra y queso tetilla, yo aporté unas lonjas de lengua de jabalí y otras de oreja de cerdo ibérico más un queso de león; pedimos uvas - tostas teníamos - unas buenas botellas de porto de cortesía que encontramos en las habitaciones, más una botánica de Black Label para completar el festín. La pasamos bien y los amigos se fueron retirando poco a poco a descansar.


Corte de lonja Pata Negra
A la mañana siguiente, con un sol fuerte y brilloso, nos tomamos dos taxis hacia el casco viejo. Allí abordamos un yellow bus que te pasea por toda la ciudad con audífonos. Nosotros cogimos el trayecto que incluye  los castillos de Porto más el paseo por la ciudad. Tienen otros dos: el histórico y el que te pasea por los famosos puentes de la ciudad.


Porto

Entre paseo y paseo se hizo la hora del almuerzo y nos fuimos a almorzar al Tonho www.dtonho.com restaurante bar en la famosa Ribeira donde se concentran todos los buenos restaurantes y bares frente a la Rías de Porto. En este particular local se recorren los sabores gastronómicos ancestrales de las Beiras, de Alentejo, Minho, Tras os Montes y de la Algarve y sobretodo en sus especialidades de bacalao, gambas, cabrito y su famoso arroz con pato.
A comer! Comenzamos con gambas al vapor (estaban dulces) y un polvo (pulpo) a la vinagreta (suave, rico, pero inferior al gallego). Yo comí un bacalao al estilo de la casa, que es al horno con aceite de olivo y papas panaderas. Los demás compartieron dos porciones de arroz con pato (plato que se termina al horno con una gruesa costra de queso gratinada). El color del pulpo es marrón, es muy crocante, casi concolón, sin quemarse; le mezclan más de medio pato cocido y deshilachado: muy bueno de sabor. Pudín de coco y vino verde Quinta Aveleda complementaron el almuerzo.


Quinta da Aveleda
 
Paseo por el río en barco, y funicular a los altos de la ciudad pusieron el punto final a esta etapa del viaje. Mañana temprano partiríamos a conocer Coímbra por dos días. Es conocida por sus universidades y por lo pintoresco de la  ciudad.
Nos quedaremos en un Relais Chateaux llamado Quintas das Lagrimas, con una historia de más de 500 años y un restaurante de una estrella Michelin.


 Relais & Châteaux - Hotel Quinta das Lagrimas - Spa - Coimbra - Portugal

Les dejo una historia local que me contaron; se llama: La Leyenda del Gallo.
Según ella, los habitantes del burgo andaban alarmados por un crimen cometido y, aún más, por no haberse descubierto al autor. Cierto día apareció un individuo de origen gallego que se hizo sospechoso. Las autoridades decidieron detenerlo y, a pesar de sus juramentos de ser inocente, nadie le creyó. Nadie creía que el individuo se dirigiera hacía Santiago de Compostela en cumplimiento de una promesa.


La Leyenda del Gallo

Fue condenado a morir en la horca. Antes de ser ajusticiado pidió que lo llevasen a la presencia del juez que le había condenado. Concedida la autorización lo llevaron al domicilio de dicha autoridad que en esa hora estaba comiendo con unos amigos. El gallego volvió a protestar de su inocencia y, ante la incredulidad de los presentes, señalando un gallo que asado estaba en la mesa, exclamó: “Tan cierto que soy inocente que este gallo cantará cuando me ahorquen”.

Y lo que parecía imposible se volvió realidad. Cuando el peregrino estaba siendo ahorcado, el gallo asado se irguió y cantó. El juez fue corriendo donde estaba la horca y con espanto vio que la cuerda que rodeaba el cuello del hombre tenía el nudo flojo, lo que  impidía el estrangulamiento. Inmediatamente lo soltaron y mandaron en paz.

Buen Apetito!!!



Gastronomía de Oporto
Al hablar de la gastronomía portuguesa hallamos platos tradicionales que se repiten a lo largo y a lo ancho del país, entonces pareciera que si ya nos ocupamos de la comida del país está todo dicho. Pero no es así, cada ciudad, cada pueblo, cada región es dueña de recetas propias y originales que distinguen a su cocina, una virtud que no hay que dejar de explorar para descubrir su real gastronomía
.
Oporto no es una mega ciudad, sin embargo su oferta gastronómica es fantástica, atrayente y celebrada por todos los que la visitan, aquí nacieron algunos de los platos típicos más conocidos de la región, sin embargo no todo queda allí, también ofrece versiones actualizadas de recetas tradicionales y refinadas preparaciones de la cocina internacional en una enorme variedad de restaurantes para todos los gustos.

El Bacalao
Como cabe esperar cuando hablamos de la gastronomía que integra la región de Porto y Norte, no podemos sino comenzar con su famoso bacalao que se prepara de infinitas maneras, uno de los más conocidos es el Bacalao a la “Gomes Sa”, al horno y con cebolla. Otras variantes de la misma preparación son el Bacalao a la “Ze do Pipo”, a la “Joao do Buraco” o “Joao do Porto”.

Tripas a la moda de Porto
Otro de los platos tradicionales de Oporto son las “Tripas a la moda de  Oporto” que se prepara con  el velo de la tripa con chorizos y frijoles blancos. Es también el responsable del sobrenombre con que se los conoce a los habitantes de Oporto: “triperos”. El plato es famoso por su preparación pero también por la actitud altruista que le dio origen cuando el pueblo donó toda la carne a los barcos que partían en campañas conquistadoras hacia África, quedándose sólo con las tripas de los animales para comer.

La “Francesinha”
Los visitantes que aman la noche no tienen que desconocer que en Oporto hay una preparación ideal para recuperar energías, es la famosa “Francesinha” una suculenta receta que combina pan, filete, longaniza, salchicha fresca, queso y seguramente algún otro producto que cada uno agrega a su gusto y que da como resultado una auténtica bomba que sin embargo no asusta, sino que encanta.
Cada comida se debe acompañar con alguna de las variedades de vino Oporto, de lo contrario el menú no quedará completo.

Dónde Comer
Dejando de lado particularizar en algún restaurante en concreto, el mejor lugar para comer en Oporto son los múltiples restaurantes que se concentran en la zona de la Ribeira. En los poco más de 500 metros que tiene la orilla norte del Duero se concentran restaurantes de todo tipo y condición que ofrecen comer dentro de sus instalaciones o algunos de ellos la bonita experiencia de disfrutar de una comida o una cena en una terraza con vistas al río. Es verdad que la mayor parte de ellos están orientados al turista y también que los precios pueden ser algo más caros que los de los snack-bar de la ciudad, pero los de nivel medio siguen teniendo buenos precios si los comparamos con similares en España.

Para restaurantes de categoría media-alta y alta, se puede acudir a la zona comprendida entre la Praça da Batalha y la Avenida dos Aliados. Allí están algunos de los mejores hoteles de la ciudad y, en sus proximidades, también buenos restaurantes. El Escondidinho, en la Rua de Passos Manuel, tiene buena fama, pero también está algo por encima de la media en precios y el Abadia do Porto, en la Rua do Ateneu Comercial, es algo más barato, pero también es recomendable.

Además de estas zonas, saliendo un poco del centro podremos encontrar otros pequeños restaurantes y los snack-bar típicos de las ciudades portuguesas, que suelen ser pequeños bares y cafés que sirven platos del día a la hora de comer y que suelen ser la opción más barata (y no necesariamente de menor calidad –depende del arte del cocinero-). La mayor parte de ellos cuelga, a la hora de comer, una pizarra, un papel o incluso una servilleta con los platos del día y sus precios garabateados.
Hay que tener en cuenta una cosa a la hora de comer en los restaurantes portugueses: en casi todos ellos, hay tradición de poner encima de la mesa cuando te sientas pequeños aperitivos como queso, aceitunas, patés o mantequilla. Hay que saber que no son un detalle de la casa o un entremés gratuito, sino un aperitivo que se cobra en la cuenta –aunque tampoco suele ser excesivamente caro. Si no se toca, el camarero lo retira al traer el primer plato y no se carga en la cuenta.
Evidentemente, el bacalao es el rey de la mesa en Portugal. También en la zona de Oporto. El número de recetas y maneras de prepararlo es enorme, así que la oferta de cada restaurante depende de la especialidad que prefiera cada uno. Existe el llamado "Bacalao a la manera de Oporto", a base de bacalao desmigado, patata y cebolla. no obstante, los dos más habituales en las cartas de los restaurantes de todo Portugal son el Bacalhau á Brás (con pequeñas tiras de patata, cebolla y huevo) y el Bacalhau con Natas (a base de patata y nata). Además del bacalao, la carne suele ser muy buena y estar preparada de muchas maneras diferentes. Portugal no es, desde luego, un país muy recomendable para los vegetarianos a la hora de salir a comer.
En el lado de las especialidades caras, más al estilo delicatessen, tanto en Oporto como en sus proximidades es típica la lamprea, aunque sólo en los meses en que es temporada de la misma –aproximadamente de enero a mayo-. Dado su alto precio, no todos los restaurantes disponen de ella y, muchos de los que la tienen, ponen en sus escaparates un cartel que dice “há lampreia” (hay lamprea), para indicarlo.

Francesinhas
En realidad, es algo que está entre un sándwich y una pequeña lasaña, casi más como aperitivo que como comida. No es tanto una comida de restaurante, aunque algunos turísticos la hayan adoptado en el menú, sino más bien algo que tomar en un bar, un café o un snack-bar (tampoco es especialidad de todos los bares de Oporto, por lo que siempre conviene preguntar o mirar en algún cartel a ver si las hacen). La Francesinha no deja de ser un sándwich hecho a base de varias capas de pan integral rellenas de diferentes tipos de carne y queso: salchichas, lomo, longaniza, dependiendo del establecimiento que las haga. Todo el sándwich se recubre con una salsa a base de tomate, cerveza, caldo y harina de maíz que llega a bañarlo del todo y se sirve junto a patatas fritas. Gastronómicamente es poco elaborado, pero no deja de ser sabroso.

Al norte de Oporto, sobre todo en las regiones de Braga y Viana do Castelo, hay también muy buena tradición gastronómica. Pueblos como Ponte de Lima o Barcelos son bastante conocidos por sus restaurantes y la calidad y cantidad de sus raciones. Una de las recomendaciones en esta zona es disfrutar de un Cocido à Portuguesa, que es básicamente diferentes tipos de carne y verduras guisados (sin garbanzos, como en algunos cocidos españoles).
Sobre el vino, el excelente vino de Oporto no es ideal para acompañar las comidas. Tiene una graduación algo más alta que otros tipos de vino y es mucho más dulce, por lo que lo ideal es tomarlo a los postres o casi como si fuera un licor al final de la comida. Sin embargo, para las comidas y cenas se puede pedir el excelente vino verde que se elabora principalmente en el norte de Portugal.

2 comentarios:

  1. Estoy preparando un viaje a Oporto y me recomiendan un Hotel que se ubica en la Rua Infante Dom Enrique, me pueden indicar si esta en buena ubicación.

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